La Habana, 14 Ago. (AP).- Tras una histórica ceremonia encabezada por el secretario de
Estado John Kerry en la que se izó la bandera estadounidense en Cuba, funcionarios
de la isla y Washington anunciaron que crearán una comisión para la
normalización completa de la relación entre ambos países enemistados por más de
50 años.
"Hemos
acordado establecer este mecanismo para, no sólo hablar de la relación, sino
tomar los pasos necesarios para ver que vaya madurando", expresó Kerry
durante una conferencia de prensa conjunta con su colega cubano Bruno
Rodríguez.
Los
funcionarios, sonrientes y de a rato de trato afectuoso, llegaron juntos al
legendario Hotel Nacional de Cuba, que en tiempos anteriores fue uno de los
sitios favoritos de los actores de cine de la época dorada y actualmente recibe
a miles de turistas.
La
comisión binacional trazará una hoja de ruta y comenzará a reunirse en la
primera o segunda semana de septiembre, para lo cual una delegación del país
norteamericano viajará a la isla, informó Kerry. En este grupo de trabajo se
hablará de temas tan disímiles como derechos humanos, seguridad marítima o las
compensaciones que tanto piden Estados Unidos por sus empresas nacionalizadas o
Cuba por los daños de cinco décadas de hostilidades.
Pero
junto con el anuncio también salieron a relucir algunas diferencias: durante su
discurso en el izamiento de la bandera en la nueva embajada de Estados Unidos
en la isla, Kerry aseguró que su gobierno esperaba ver "una auténtica
democracia" en Cuba, donde la gente sea "libre de elegir sus líderes,
expresar sus ideas, profesar su fe".
Rodríguez,
que no había asistido a la ceremonia frente al Malecón habanero, replicó que
"en efecto tenemos concepciones distintas sobre diversos temas y profundas
diferencias. Por ejemplo en relación con el ejercicio de la soberanía nacional,
la democracia, los derechos humanos, los modelos políticos y las relaciones
entre los estados".
Agregó
que "me siento muy cómodo con la democracia cubana" y explicó que en
la isla no hay violencia policial. "Es un tema en el que estamos
dispuestos a conversar sobre bases recíprocas y de igualdad soberana en el que
nosotros también tenemos mucho que decir".
Durante
la conferencia de prensa Kerry informó además que así como el presidente Barack
Obama está trabajando para levantar el embargo al que considera un fracaso para
los fines que se impuso -presionar por cambios en el modelo político de la
isla- no se prevén modificaciones en la política migratoria, que da a los
cubanos estatus de refugiados y beneficios si pisan territorio estadounidense.
Por
la mañana y al son de tambores, tres soldados subieron la enseña patria
estadounidense a un asta ubicada frente a la sede diplomática con el azul del
mar como fondo y en medio de aplausos y vivas de los asistentes.
"Sabemos
que el camino para unas buenas relaciones es largo", dijo Kerry en
español. "No hay nada que temer".
Decenas
de invitados especiales y centenares de cubanos que se acercaron a la nueva
embajada fueron testigos del momento que simbolizó el relanzamiento de las
relaciones diplomáticas. Una ceremonia similar tuvo lugar el 20 de julio en
Washington con la sede isleña.
El
discurso de Kerry, quien arribó a la isla este mismo viernes, incluyó párrafos
completos. La radio y televisión cubanas transmitieron toda la ceremonia.
Varios
centenares de cubanos fueron a ver la ceremonia a través de vallas colocadas a
unos 50 metros. Diego Carrión, un jubilado de 74 años, consideró respetuoso el
discurso de Kerry. "Ahora bien pues para más democracia y más derechos
humanos y libertad, pero para eso, que ellos nos levanten el bloqueo y así dan
el ejemplo", consideró.
Los
presidentes Raúl Castro y Obama sorprendieron al mundo en diciembre al anunciar
un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas como un primer paso
hacia nexos estables y fluidos, rotos tras el triunfo de la revolución cubana
de 1959.
En
estos ocho meses La Habana solicitó en repetidas ocasiones el levantamiento
total del embargo así como la devolución de la Base Naval de Guantánamo, pero
no ha permitido a los emprendedores cubanos hacer importaciones y exportaciones
a bajo costo con Estados Unidos.
Sin
embargo, buena parte de la política de sanciones depende del Congreso de
Estados Unidos, donde no todos los legisladores están de acuerdo con la
estrategia de Obama.
"Creo
que estamos terminando una etapa y empezando otra", dijo Robert Muse,
abogado estadounidense especializado en Cuba. "Los apretones de manos, los
saludos fraternales, el izar las banderas, terminarán el 14 de agosto.
Entonces, una serie de conversaciones muy especiales van a iniciar".
Desde
los balcones de los edificios cercanos se veían banderas gigantes de Cuba y
algunas de Estados Unidos.
El
jefe de la diplomacia estadounidense viajó con una delegación integrada entre
otros por su negociadora con las autoridades cubanas, la secretaria adjunta
Roberta Jacobson, y senadores como Jeff Flake, Patrick Leahy y Barbara Boxer.
Por
la parte cubana estuvo la directora General de Estados Unidos del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, contraparte de Jacobson en los
diálogos que permitieron el relanzamiento diplomático.
Aunque
se quedará menos de 24 horas, se espera que Kerry tenga una apretada agenda que
contempla encuentros con el cardenal Jaime Ortega y con líderes de la
disidencia.
Esta
constituye la primera visita en siete décadas de un diplomático estadounidense
de su nivel luego de que Edward R. Stettinius estuviera en la nación caribeña
en marzo de 1945 bajo la administración del presidente Harry S. Truman.
AP
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