EE.UU. 20 Mayo (AFP).- Escondido
en una enorme casa en Abbottabad, Pakistán, Osama bin Laden pidió a sus
seguidores en la red Al Qaida que se concentren en atacar a Estados Unidos y
evitar ser arrastrados a una lucha interna entre musulmanes.
Documentos desclasificados el
miércoles arrojan luz sobre el estado de ánimo del fundador de Al Qaida, sus
debates sobre táctica, la ansiedad ante el espionaje occidental y su obsesión
con la imagen pública de su grupo.
“El foco debe ser matar y luchar
contra los estadounidenses y sus representantes”, escribió bin Laden en uno de los
documentos ahora revelados.
Esta carta es una de las páginas
encontradas por integrantes de un comando estadounidense el 2 de mayo de 2011,
cuando invadieron el escondite de bin Laden en Abbottabad y lo ultimaron a
balazos.
Agencias estadounidenses de
inteligencia desclasificaron este miércoles más de 100 de esos documentos
obtenidos en el archivo de bin Laden, después de que legisladores ordenaron su
divulgación y críticos acusaron a la CIA de esconder material.
AFP octuvo acceso exclusivo a los
documentos antes de su divulgación.
Jeff Anchukaitis, vocero de la
oficina del director nacional de Inteligencia Nacional, dijo que la divulgación
de “una buena parte de los documentos obtenidos en el operativo” era cumplir
con la determinación del presidente Barack Obama de “más transparencia”.
Pero también obedece a la ley que
obliga a las agencias de inteligencia a revisar todo el material sobre bin
Laden para su posible divulgación, añadió.
Los documentos a que AFP tuvo
acceso son las traducciones al inglés realizadas por la CIA, aunque no ha
habido condiciones de verificar de forma independiente la procedencia del
material ni la calidad de la traducción.
La divulgación de este material
se realiza poco después de que el premiado periodista estadounidense Seymour
Hersh afirmó en un artículo que la narrativa oficial de Washington sobre la
búsqueda y muerte de bin Laden en el operativo comando está plagada de
mentiras.
Cubriendo temas que van desde
discusiones estratégicas y teológicas hasta detalles mundanos sobre
administración o medidas de seguridad, los documentos desclasificados este
miércoles muestran la preocupación de volver a atacar a un país occidental, en
la forma en que Estados Unidos fue golpeado el 11 de septiembre de 2001.
Consciente de los ataques con
aviones no tripulados, bin Laden se refiere frecuentemente a preocuaciones con
la seguridad, y aconseja a sus auxiliares abstenerse de comunicarse por correo
electrónico.
En otros documentos, bin Laden
critica a sus seguidores por reunirse en grupos numerosos, y alerta sobre
dispositivos electrónicos microscópicos que pueden ser inyectados en objetos o ropas
de alguna de sus esposas.
También se concentra en planes
para desarrollar un nuevo grupo de líderes dispuestos a asumir los riesgos, y
discute detalles sobre el traslado clandestino de uno de sus hijos y posible heredero,
Hamza, hacia Pakistán.
En una de las cartas, bin Laden
menciona la oposición pública en Estados Unidos a la guerra de Vietnam, y
argumenta que la única forma de alterar la política externa estadounidense es
“comenzar a golpear a América para forzarla a abandonar estos dirigentes y dejar
a los musulmanes en paz”.
Sin embargo, los documentos
también revelan divisiones entre los militantes sobre como llevar adelante sus
campañas.
Bin Laden alerta que conflictos
con regímenes en el Medio Oriente podrían distraer a los militantes de golpear
al que considera el enemigo real: Estados Unidos.
Para un analista de inteligencia
estadounidense, la correspondencia refleja la preocupación de bin Laden “con la
falta de unión en el interior del movimiento yihadista global, que puede
conducir la tendencia a su desaparición”.
Por ejemplo, bin Laden fue tomado
de sorpresa por los levantamientos en países árabes a partir de 2010, pero
presionó a sus lugartenientes a que aprovechen un momento de “revolución” para
conseguir penetracón entre jóvenes musulmanes.
El brazo de Al Qaida en Irak, que
más tarde se convertiría en el grupo radical Estado Islámico para superar a la
propia Al Qaida en influencia, también aparece claramente en los documentos.
Bin Laden y su entonces
lugarteniente, Ayman al Zawahri, recibieron duros reproches en una carta de
seguidores iraquíes, quienes pidieron que denuncien el baño de sangre en Irak.
El Frente Yihad y Reforma alertó
a bin Laden en una carta de mayo de 2007 que Dios lo responsabilizaría por
“bendecir el trabajo realizado por la organización Al Qaida en Irak, sin
condenar los escándalos que son cometidos en su nombre”.
En los documentos, Bin Laden
también escribe de operaciones en gran escala, aunque sus seguidores encuentran
dificultades para organizar grandes ataques y al mismo tiempo evitar ser blanco
de drones y el espionaje estadounidense.
“Poco antes de su muerte bin
Laden seguía concentrado en operaciones en gran escala, al tiempo que otros
líderes de Al Qaida creían que operaciones menores, o incitar ataques de
terroristas solitarios, tendrían éxito en desangrar al Occidente
económicamente”, dijo la misma fuente de inteligencia.
Bin Laden no logró imponerse en
la discusión. Después de su muerte, el liderazgo de Al Qaida hizo un llamado a
los ataques solitarios, como defendía Suri.
El grupo EI, que fue oficialmente
expulsado de Al Qaida, controla ahora enormes extensiones del territorio de
Irak y Siria, y su propaganda en la red internet es señalada como inspiración
para ataques desde París hasta Dallas.
AFP
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