Santiago
de Chile, 11 Abr. (LÍDER / EFE).- La expresidenta chilena y precandidata a un
nuevo mandato, Michelle Bachelet, aseguró que impulsará una nueva Constitución
para su país y que le interesa que a Bolivia "le vaya bien".
"Me
interesa que a Bolivia le vaya bien, y todos los temas que se puedan trabajar y
que respeten los intereses de Chile, y que puedan permitir avanzar en asuntos
que han sido complejos, creo que sería muy positivo", manifestó Bachelet
en una entrevista que publica hoy el semanario satírico The Clinic.
Bolivia
ha anunciado que presentará este mes en la Corte Internacional de Justicia de
La Haya una demanda contra Chile para obtener una salida soberana al mar,
perdida en una guerra del siglo XIX contra el país vecino.
En
su primera entrevista a un medio escrito, la exmandataria (2006-2010), favorita
en los sondeos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, dijo que
impulsará una nueva carta magna.
"Yo
creo que es necesario plantearse una nueva Constitución", manifestó la
precandidata, que en junio deberá enfrentarse en unas primarias a otros tres
aspirantes de la oposición en busca de la candidatura a las presidenciales de
noviembre.
Muchos
colectivos sociales exigen desde hace años que se elabore una nueva carta
magna, ya que la que está vigente fue impuesta en 1980 por la dictadura de
Augusto Pinochet.
Consultada
sobre si convocará para ello una asamblea constituyente, Bachelet indicó que
"habrá que ver cuál es el mejor mecanismo para hacerlo" y adelantó que
convocará a un grupo de especialistas para que trabajen tanto en el texto como
en su mecanismo de aprobación.
Por
otra parte, Bachelet, que en marzo renunció a su cargo de directora ejecutiva
de ONU Mujeres, se manifestó a favor de "legalizar el aborto terapéutico y
el aborto en caso de violación".
Chile
es uno de los cinco países del mundo donde la interrupción artificial del
embarazo está prohibida en todos los casos.
"Pero
el aborto sucede en nuestro país", apuntó la precandidata, que cree que no
se puede "esconder la cabeza debajo de una piedra". Bachelet, madre
separada con tres hijos, es agnóstica en un país muy católico aunque poco
practicante.
Chile
es además uno de los países con mayor tasa de divorcios, a pesar de que este
tipo de separación no se aprobó hasta 2005.
Sobre
las uniones homosexuales, ayer fue admitido a trámite en el Congreso un
proyecto impulsado por miembros del oficialismo que pretende dar cobijo legal a
todo tipo de uniones civiles, incluidas las de personas del mismo sexo.
Sin
embargo, la posibilidad de aprobar el matrimonio homosexual, como ocurrió ayer
en Uruguay, parece aún muy lejana en Chile.
"Creo
en un concepto de familia amplio, que se basa en relaciones de afecto y redes
de apoyo y redes de apoyo y cada vez menos en estereotipos. Por eso en las
próximas semanas haré una propuesta al país sobre esa materia", avanzó
Bachelet, sin precisar si hablará de matrimonio o de uniones civiles.
Por
otra parte, Bachelet se mostró dispuesta a "revisar la eficacia" de
la política de drogas y consideró que "es posible reevaluar si seguiremos
calificando o no a la marihuana como una droga dura", tal como ocurre
actualmente.
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