miércoles, 6 de junio de 2012

ESTUDIANTES DE ESCUELA JUANA AZURDUY DE PADILLA DE LA PAZ FESTEJAN A SUS PROFESORES EN SU DÍA


EL ALTO, BOLIVIA (ANBOLIVIA).- Los estudiantes de la Unidad Educativa Juana Azurduy de Padilla de la ciudad de La Paz han festejado el miércoles a sus profesores y profesoras por la esforzada labor que desarrollan en la educación, ello en conmemoración al ‘Día del Maestro Boliviano’.


El periodista de la Agencia de Noticias de Bolivia (ANBOLIVIA), visitó la Unidad Educativa Juana Azurduy de Padilla donde los estudiantes de inicial, primaria y los padres de familia festejaron a sus maestros y maestras con diferentes actividades artísticas, disertaciones poéticas, las presentaciones musicales, entre otras actividades. Luego compartieron un almuerzo comunitario y los estudiantes entregaron regalos a los maestros y maestras.

La Directora de la Unidad Educativa Juana Azurduy de Padilla del turno mañana, Teresa Callisaya, felicitó a cada uno de sus colegas del área urbana y rural por la sacrificada labor que realizan cada uno de los educadores.

La autoridad del establecimiento demandó al gobierno municipal, el departamental y nacional apoyar con la construcción de aulas con mejores condiciones, entre ellas, una mejor iluminación en las aulas, el mejoramiento de los pisos, el cambio de las pizarras. Sobre este último destacó la dotación de 13 pizarras acrílicas y marcadores de agua por el municipio de La Paz.    

“Yo estoy feliz por tener está profesión de maestra, porque me da la oportunidad de formar generaciones y aportar con un granito de arena a mi patria, además de realizar la formación de niños en las aulas”, afirmó Callisaya.

El establecimiento educativo cuenta con 28 maestros y maestras, de ellos 8 corresponden al área técnica, 5 administrativos, 1 secretaria y 14 docentes de aula.

Los maestros y maestras

Por su parte, la profesora Mirta Robles, contó que vivió muchas experiencias gratas en el ejercicio docente y recibió el reconocimiento de los estudiantes y de los padres de familia. “Para nosotros todos los días son lindos, pero a veces hay algunos momentos malos pero que pasan rápido”, señaló Robles.

Según Robles las maestras, además de ser madres de familia, realizan un trabajo sacrificado en el establecimiento y el hogar. Contó que muchas veces tuvo que velar por la familia de sus estudiantes, porque los educandos recurren a ella para pedirle orientación y comprensión. “Es triste cuando vimos a un estudiante que tiene problemas y nos sentimos felices, porque Dios no ha puesto en ese camino”, indicó Robles.

A su turno, Sonia Ramos, expresó su alegría porque la labor docente no solo se aboca a transmitir los conocimientos a los estudiantes, sino de convertirse en los segundos padres de los educandos, porque a diario escuchan diversos problemas de los educandos e interceden en su solución.

“Llegamos sin querer a ser los segundos padres, porque ayudamos a los estudiantes, tropezamos con padres muy reacios y eso es nuestra labor. El momento gratificando es ver sonreír a los estudiantes cuando ellos han aprendido algo bueno”, señaló Ramos.

En cambio, la profesora María Antonieta Tapia, exteriorizó su alegría por esta fecha y agradeció a la población por permitirles inculcar en los estudiantes parte de su vida. “Lo hacemos un apoyo espiritual en todo sentido, sobre todo en las escuelas fiscales donde los estudiantes más tienen familias desestructuradas y hay estudiantes huérfanos donde el maestro tiene que hacer el papel de padres”, manifestó Tapia.

Los maestros y maestras coincidieron en señalar que la labor docente tiene más experiencias gratas que ingratas.

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