martes, 17 de julio de 2012

DEVELAN UNO DE LOS GRANDES MISTERIOS MAYAS

Mundo, 17 Jul. (LÍDER / infobae.com).- En su esplendor, unas 80.000 personas vivieron en torno a Tikal. Uno de los grandes misterios que han
rodeado este lugar es cómo los mayas pudieron crear una ciudad tan grande en medio de la selva y casi sin agua.

Las excavaciones de un equipo de arqueólogos, que rodean las ruinas, uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de América, han destapado dos grandes reservas de agua, que hasta hoy estaban ocultas por jardines y cubiertas con yeso.

En ellas se acumulaba el agua de un arroyo cercano, así como la lluvia caída. Los mayas aprovecharon la inclinación del terreno para conectar las reservas de agua, que también incluían filtros de arena para purificar el líquido y hacerlo potable.

"Este sistema muestra que las culturas del nuevo mundo eran más sofisticadas de lo que se pensaba", contó Vernon Scarborough, antropólogo de la Universidad de Cincinnati y coautor del estudio en Tikal, que publica el portal Materia. "Si el dique era tal y como pensamos, estaba muy bien construido", agregó Scarborough.

Los mayas habitaron Tikal durante unos 1.500 años. "Los restos más antiguos que encontramos datan de los años 400 y 500 a.C.", explicó David Lentz, colega de Scarborough en la Universidad de Cincinnati y coautor del trabajo.

La ciudad-estado fue abandonada de forma brusca en el 850 de nuestra era, lo que coincide con el declive general de la cultura maya en el continente.

"Esta zona soporta cuatro o cinco meses de sequía al año", detalló Lentz. Un clima así no habría permitido la subsistencia de una ciudad si no hubiera sido por el ingenio de sus arquitectos, que supieron aprovechar al máximo el agua de lluvia. Al contrario que los griegos o los romanos, los mayas no tenían herramientas de metal ni ruedas ni animales de carga. "Todo lo que hubo aquí se hizo a fuerza de trabajo humano".

El investigador cree que el agua fue fundamental en la caída de los mayas. Los expertos han apuntado a hambrunas y guerras entre las diferentes ciudades-estado para explicar la desaparición de la civilización. El colapso del abastecimiento de la reserva, que dependía de un riachuelo que pudo agotarse en ciertas épocas, hizo que "las cosechas se arruinasen y faltase agua para beber", señala Lentz. "Todo esto contribuyó, a buen seguro, a su desaparición", concluyó.

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