La Paz, 16 Jul. (LÍDER / ANF).- La Paz “cuna de valientes y tumba
de tiranos” cumple este lunes 16 de julio 203 años del grito libertario en
medio de la polarización política causada por la rivalidad partidaria del
Movimiento Sin Miedo (MSM) y el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el sentimiento
de indignación de una parte de la ciudadanía paceña a causa de la negativa del
Gobierno de no dialogar con los dirigentes de la novena marcha en defensa del
Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
La ruptura de la alianza política
ocurrida en el primer trimestre de 2010, en el marco de las elecciones
municipales y de gobernaciones, marcó el debilitamiento masista que perdió la
hegemonía del voto que le permitió ganar cuatro senadores y 25 diputados en las
elecciones generales de diciembre de 2009, situación que le permitió al MSM
ganar mayor terreno electoral, sobre todo en la zona central y la zona sur de
la ciudad, donde el apoyo de la población es mayoritario.
Si bien este año no hubo una
disputa política por los festejos cívicos y la iza de la bandera entre el
gobernador César Cocarico y el alcalde Luis Revilla, aún no está cercana una
posible reconciliación partidaria entre el burgomaestre de una de las
principales ciudades capitales del país con el Jefe Nacional del MAS y
presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales Ayma.
La promulgación de la Ley para la construcción del
sistema de teleférico La Paz
– El Alto por parte de la
Cámara de Diputados y Senadores de la Asamblea Legislativa,
cuya ejecución logró un consenso entre el Gobierno y el alcalde Revilla, aún
falta acordar el diseño final de este moderno sistema de transporte que
trasladará a 60.000 personas por día, cuya inversión llegará hasta los 234
millones de dólares.
ENCUESTA: La aceptación a la
gestión del presidente Evo Morales va en ascenso. Según una reciente encuesta
de Ipsos Apoyo Opinión y Mercado, la aprobación a la gestión de Morales subió,
entre octubre de 2011 y febrero de este año, del 35 al 39 por ciento.
El estudio de Ipsos, encargado
por la red ATB y divulgado recientemente, se realizó en las cuatro principales
ciudades del eje troncal del país: La
Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz. La pregunta de rigor
fue: “En general, ¿diría usted que aprueba o desaprueba la gestión del
presidente Evo Morales?”
La misma encuesta establece que
la oposición obtuvo el 22 por ciento de aprobación de los encuestados. La
ciudad de El Alto, con el 55 por ciento, es la región que más respalda a
Morales, le siguen La Paz
con el 48 por ciento, Cochabamba con el 34 por ciento y Santa Cruz con el 26
por ciento.
En cuanto a la desaprobación, la
ciudadanía alteña, con el 31 por ciento, es la que menos rechaza a la gestión
presidencial, mientras que en La
Paz el 45 por ciento desaprueba su mandato. Los que no
precisan su respuesta alcanzan al 11 por ciento de los encuestados.
Respecto de la aprobación o
desaprobación a la gestión del Gobierno, la ponderación de las respuestas casi
está a la par de Evo Morales. Es así que el 34 por ciento de los encuestados
aprueba la gestión gubernamental. El Alto y La Paz, con 45 y 40 por ciento, son los que más
respaldan.
De acuerdo con la última encuesta
de la empresa Ipsos y Apoyo, la imagen del Jefe de Estado cayó al 33 por ciento
de apoyo, lo que lo obliga a reconducir su política con relación a la urbe
paceña, cuya población citadina supera el millón de habitantes.
EFECTO TIPNIS Y SUPUESTO GOLPE:
Desde el 23 de junio pasado, dos días después del motín policial del Año Nuevo
Aymara, el Gobierno ejecutó una campaña mediática que denunció la presencia de
un golpe de Estado contra el Gobierno de Evo Morales en supuesta complicidad
con la IX marcha
del Tipnis y un grupo minúsculo de policías y partidos de la derecha, entre
ellos el Movimiento Sin Miedo (MSM) y Unidad Nacional (UN).
El ministro de Gobierno, Carlos
Romero, se encargó de repetir este discurso junto a los ministros de
Comunicación, Amanda Dávila, de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, vicepresidente
Álvaro García Linera y el propio presidente Evo Morales. No obstante, la IX marcha ingresó a la ciudad
de La Paz el
miércoles 27 de junio pasado, cuando el Gobierno logró firmar un acuerdo con
los policías amotinados que normalizó los servicios policiales en todo el país.
El presidente desde esa fecha mantuvo, sin embargo, una posición férrea de no dialogar con los dirigentes de la IX marcha, debido a que esos representantes no eran interlocutores válidos. Los marchistas ante esa determinación y tras dos semanas de vigilia en inmediaciones de la Vicepresidencia sin lograr un diálogo sin condiciones con el Ejecutivo, decidieron abandonar La Paz para hacer resistencia a la consulta previa en el Tipnis.
No obstante, en ese ínterin de
tiempo los sectores indígenas del oriente afines al Gobierno lograron conformar
una directiva paralela a la
Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) que es
reconocida por el Ejecutivo y con la cual se sentarán a dialogar para garantizar
la consulta previa.
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