Paris, 13 Jun. (LÍDER / AFP).- El Consejo del Observatorio Europeo Austral
(ESO) dio un nuevo paso en la observación lejana del Universo, al aprobar el
programa del telescopio gigante europeo (E-ELT, “Extremely Large Telescope”)
que será instalado en el Cerro Armazones, una montaña a 3,060 metros en el
desierto del norte de Chile.
Muy esperado por la comunidad
científica, el E-ELT tendrá un espejo segmentado de un diámetro sin precedentes
de 39.3 metros
y será el mayor telescopio del mundo para observaciones directas e infrarrojas.
El nuevo telescopio quedará
instalado en las inmediaciones de otro telescopio del ESO, el del Cerro
Paranal, que está equipado de un conjunto de telescopios que constituyen ya un
“Telescopio muy grande” (VLT, según su denominación en inglés).
Si todo funciona como previsto,
el E-ELT debería comenzar sus operaciones científicas a comienzos de la próxima
década.
En la categoría de proyectos de
telescopios gigantes, el E-ELT compite con el Thirty Meters Telescope (TMT), de
30 metros,
iniciado por Estados Unidos, y con el Giant Magellan Telescope, o GMT, de 24 metros.
“El E-ELT permitirá llegar a los
confines del Universo para tratar de observar las primeras galaxias que están
constituidas por generaciones de estrellas que se sospecha que existen, pero
que nunca han sido observadas”, explicó a la AFP Jean-Gabriel
Cuby, director de Laboratorio de astrofísica de Marsella.
Esta observación es importante
para comprender la evolución del Universo, destacó.
Los telescopios gigantes deberían
permitir también “caracterizar mucho mejor a los exoplanetas” –los planetas
fuera del sistema solar- y de investigar sobre las condiciones en ellos que
podrían ser propicias a la vida.
Para aprobar el inicio del
programa, los dos tercios de los Estados miembros del ESO (es decir, al menos
diez de ellos) deber votar en su favor.
En la reunión del Consejo
celebrada el lunes, en la sede del ESO en Garching (Alemania), votaron por el
inicio del programa del E-ELT Alemania, Austria, Holanda, República Checa,
Suecia y Suiza.
Cuatro estados votaron ad
referendum (a condición de ser aprobado) en favor del inicio del programa:
Bélgica, Finlandia, Italia y Reino Unido, y otros cuatro –Dinamarca, España,
Francia y Portugal– se esforzarán para unirse a los anteriores “en un futuro
próximo”.
Según la resolución adoptada el
lunes, los gastos relativos al proyecto, salvo los trabajos de ingeniería civil
iniciales, sólo comenzarán cuando la contribución comprometida por los países
miembros haya superado el 90% del presupuesto global de más de mil millones de
euros.
Según los planes actuales, los
primeros contratos industriales importantes para el E-ELT debería ser
aprobados, y la mayor parte de su financiamiento comprometida, “durante el año
próximo”.
El ESO estimó que “este plazo
debería ser suficiente para que las condiciones se cumplan”, a saber el voto de
los Estados que votaron “ad referendum”, la participación de los otros países
miembros, y el término del procedimiento de ratificación por Brasil.
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