Bolivia, 12 Jul. (LÍDER / Reuters).-
El presidente de Bolivia, Evo Morales, decidió anular una concesión
minera de la compañía canadiense South
American Silver, en la segunda
nacionalización que hace en un mes bajo la presión la demanda de movimientos
sociales.
Grupos indígenas que demandaban
la salida de South American Silver (SAS) del incipiente proyecto minero Mallku
Khota -de plata, indio y galio- llevaron al presidente a tomar la decisión
luego de protestas que dejaron un muerto y una decena de heridos.
Tres semanas antes, Morales
decretó la reversión a dominio estatal de la mina de estaño y zinc Colquiri,
que explotaba el grupo suizo Glencore, con lo que aplacó una dura disputa entre
mineros asalariados y cooperativistas por el control del yacimiento que había
sido privatizado en la década pasada.
A diferencia de Colquiri, una
mina explotada ya por varias décadas, Mallku Khota es por ahora sólo un
prospecto, en el que SAS dijo que ha descubierto un gigantesco yacimiento de
clase mundial que preveía explotar eventualmente después del 2015.
SAS es una minera “junior que
había anunciado una inversión de hasta 50 millones de dólares en la exploración
del yacimiento, que concluiría en el 2015.
No se conocía un informe
actualizado sobre la inversión ya realizada por esa empresa que compró en el
2006 la concesión minera de Mallku Khota a la también canadiense General
Minerals Corporation, según un reporte de la local Asociación de Mineros
Medianos.
“La empresa (SAS) enfrentó a
hermanos, cuñados, primos, vecinos ¿Cómo entre hermanos vamos a estar
enfrentados por una empresa trasnacional que viene a saquear nuestros recursos
naturales?”, dijo Morales al justificar el acuerdo firmado por indígenas y
ministros en el Palacio de Gobierno de La Paz.
La “nacionalización de las minas
Colquiri y Mallku Khota contradice anuncios oficiales previos de que el
Gobierno negociaba cambios de contratos con todas las firmas extranjeras que
operan en la minería del país, buscando imponer una mayoría estatal en toda la industria.
El cambio de contratos era el
modelo de “nacionalización que Morales había decidido para el sector minero, en
contraste con las estatizaciones por decreto y sin negociación previa
ejecutadas en el último quinquenio en las industrias de hidrocarburos,
telecomunicaciones y electricidad.
Un portavoz de SAS en Bolivia
rehusó comentar de inmediato sobre el acuerdo al que llegó el Gobierno con los
indígenas, quienes estaban divididos en grupos a favor y en contra del
proyecto.
El conflicto había alcanzado su
máxima tensión la semana pasada por el secuestro de cinco trabajadores de la
empresa canadiense, quienes fueron liberados el fin de semana tras un
compromiso preliminar del Gobierno de analizar la “nacionalización del proyecto
minero.
Morales proclamó la riquezas
minerales de Mallku Khota estarán bajo exploración y explotación del gobierno
nacional con participación de pobladores de la zona.
“La empresa nos ha dividido, pero
la unificación ha logrado que los recursos naturales sean de los bolivianos y
para los bolivianos (…) Que el Estado se haga cargo y no una transnacional”,
dijo uno de los líderes de la protesta, Benedicto Aguilar, primero en
castellano y luego en quechua. (Infolatam)
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