Cádiz, 16 Nov. (LÍDER / EFE).- La
Declaración de Cádiz, que será aprobada por los mandatarios iberoamericanos al
término de la cumbre que hoy comienzan en España, respaldará la promoción de
políticas de crecimiento que faciliten la creación de empleo, la potenciación
de los mercados regionales y la proyección de las pymes. Con un marcado
carácter económico, el documento, al que ha tenido acceso Efe, gira en torno a
seis ejes fundamentales:
El desarrollo económico al
servicio de los ciudadanos; el desarrollo de infraestructuras en transporte,
telecomunicaciones, energía y el uso sostenible del agua.
La promoción de las micro,
pequeñas y medianas empresas para incrementar la productividad y la
competitividad, además del estímulo a los procesos de innovación; el
fortalecimiento de las instituciones; la educación y el impulso al espacio
cultural iberoamericano y su potenciación como factores de inclusión social y
de crecimiento económico; el impulso a la "creación de trabajo
decente".
Para facilitar estos objetivos,
la Declaración propone "promover políticas de crecimiento incluyente, con
equidad y basado en el trabajo decente", además de políticas de desarrollo
sostenible y medioambientales.
Impulsar el comercio con un
acuerdo "ambicioso, integral y equilibrado de las negociaciones de la
ronda de Doha de la OMC" e impulsar políticas que favorezcan su vertiente
internacional, con acuerdos comerciales "orientados a evitar el
proteccionismo y a reducir medidas que distorsionan y obstaculizan el
comercio".
Respalda asimismo potenciar los
mercados regionales para promover la integración económica, y políticas
contracíclicas.
La Declaración respalda que la
comunidad iberoamérica participe activamente en el debate sobre la necesidad de
una "reforma y fortalecimiento de la arquitectura financiera
internacional", que promueva "mayor estabilidad en los sistemas financieros,
políticas de regulación, acceso a recursos financieros y crecimiento
económico".
Defiende además "fortalecer
reglas claras, estables y previsibles que ayuden a promover las inversiones
productivas nacionales y extranjeras, de cuerdo con las leyes de cada
país".
El documento rechaza "las
políticas cambiarias que puedan tener potenciales efectos negativos sobre el
comercio internacional" y pide "administrar con mayor rigor el
ingreso de flujos de capital para evitar la sobrevaluación de las monedas locales"
que determinarían condiciones de competencia desfavorable para la producción
nacional.
Recomienda además
"diversificar la estructura productiva para disminuir la dependencia"
de la exportación de materias primas y "reducir la vulnerabilidad externa
de nuestras economías".
Los mandatarios se pronuncian por
impulsar el comercio internacional de servicios y el desarrollo de
infraestructuras, favoreciendo la interconectividad territorial que potencia el
flujo del comercio y el turismo, y favorece a las comunidades más aisladas.
Un apartado importante de la
Declaración está dedicado a respaldar una mayor proyección de las micro,
pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) en el ámbito regional e internacional
por "su especial incidencia en la generación de empleo y en el fortalecimiento
del tejido productivo".
En este contexto, apoyan
favorecer las "alianzas estratégicas" entre estas pequeñas empresas.
En los apartados político y
social, la Declaración de Cádiz respalda el fortalecimiento institucional y que
se adopten políticas que incrementen la información que los estados deben hacer
pública.
Reconoce que la violencia
provocada por la delincuencia organizada transnacional, especialmente por el
narcotráfico, la trata de personas, de armas y de inmigrantes, y el lavado de
dinero "representa una grave amenaza para el bienestar y la seguridad de
los ciudadanos".
Por ello, respaldan una mayor
coordinación de los esfuerzos y la cooperación para combatir esos fenómenos.
La declaración expresa la
satisfacción de los mandatarios por el ingreso en la Conferencia Iberoamericana
de la República de Haití como Observador Asociado.
El documento será aprobado hoy
por los cancilleres antes de que los jefes de Estado den mañana la luz verde
definitiva al término de la cumbre que hoy comienzan en Cádiz, la ciudad que
vio nacer hace doscientos años la primera Constitución española, a la que la
Declaración final rinde homenaje como uno los "hitos históricos
fundamentales del acervo constitucional iberoamericano". EFE
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