Santiago, 12 Nov. (LÍDER / EFE).-
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, admitió hoy que siente envidia,
"en el buen sentido de la palabra", por la popularidad de su
antecesora en el cargo, Michelle Bachelet, favorita de todas las encuestas para
las elecciones del próximo año. "A uno le gustaría tener ese mismo apoyo y
adhesión", precisó en una entrevista con radio ADN el mandatario
conservador, al que recientes sondeos dan un nivel de aprobación de un 30 %.
Piñera, que este mismo lunes
comenzará una gira de diez días por varios países europeos, añadió sin embargo
que la envidia que le produce la popularidad de Bachelet no distorsiona su
análisis crítico de la administración de la actual responsable de ONU Mujer,
que a su juicio, "no dio grandes saltos ni en crecimiento, empleo,
educación o salud".
En ese contexto, sostuvo que la
exmandataria socialista (2006-2010) "es una gran candidata", pero el
proyecto de la Concertación, la coalición de centroizquierda que la sustenta,
"no conduce a ninguna parte".
Aunque Bachelet ha mantenido
hasta ahora silencio sobre sus intenciones políticas de cara a las
presidenciales del 2013, la derecha oficialista ya comenzó la carrera entre sus
dos figuras más populares, los ex ministros Laurence Golborne y Andrés Allamand,
que dejaron hace una semana sus cargos.
Golborne, un independiente que ha
sido ejecutivo de empresas y fue ministro de Minería y Obras Públicas, es
apoyado por la Unión Demócrata Independiente, mientras Allamand es el candidato
de Renovación Nacional (RN), en el que ha militado desde su fundación.
Ambos ya han tenido algunos
cruces verbales en sus primeros días de campaña y Piñera manifestó hoy que
espera que la contienda entre ambos sea "de ideas y no
confrontacional", pues así la derecha tiene, a su juicio, "amplias
posibilidades" de ganar las elecciones de 2013.
Piñera reveló que les dijo a
Golborne y Allamand "que no salieran a atacarse entre ellos, porque se van
a dañar mutuamente pero adicionalmente, no hay que olvidar que uno de ellos va
a ganar y va a necesitar el apoyo del otro".
Pese a que la derecha sufrió un
traspié en las elecciones municipales del pasado 28 de octubre, en las que
perdió una veintena de municipios, varios de ellos emblemáticos, como Santiago
Centro, Providencia y Concepción, Piñera sostuvo hoy que la carrera
presidencial "no está corrida", sino "absolutamente
abierta".
Aunque Bachelet "sin duda
que tiene un gran apoyo popular", "esta carrera presidencial no esta
corrida, es un libro abierto", subrayó.
"Las personas se van a
preguntar qué tan bueno fue el gobierno de Bachelet y el nuestro. Y desde ese
punto de vista, el Chile que nosotros recibimos no creaba empleo, estaba muy
estancado, y el Chile que vamos a entregar está creciendo con fuerza, creando
empleos", añadió.
Según el mandatario conservador,
un nuevo gobierno de la Concertación podría llevar a Chile a una crisis como la
de Grecia o España.
"En mi opinión, el proyecto
de la Concertación no conduce a ninguna parte, no queremos repetir la
experiencia de España y Grecia por aplicar esas políticas, por lo tanto los
candidatos de la coalición (oficialista) tienen buenas oportunidades",
remarcó.
Al hacer un somero balance de lo
que ha sido su gobierno, que concluirá en marzo de 2014, Piñera admitió que
"nos ha faltado más humildad, más cercanía".
"Los chilenos quieren que a
Chile le vaya bien, pero también ser más escuchados. Eso le he pedido a los
ministros y eso es lo que va a marcar los últimos meses", indicó. EFE
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