La Paz, 12 Nov. (LÍDER / GAIA Noticias).- Datos de la Asociación de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores (ASONAT´s) detallan que en la ciudad de El Alto existen cinco mil afiliados a esa organización, siendo en el contexto nacional el mayor número de menores, realidad que determina un incremento de los niveles de deserción escolar y pobreza, situaciones que obligan a que infantes a partir de los cinco años comiencen a realizar labores no acordes a su edad.
De acuerdo al análisis realizado por el representante de esa organización, José Luis Rodriguez, existe una ausencia de políticas que protejan a esta población en el país, falencia que determina que muchos sean explotados, recibiendo salarios que no cubren sus necesidades alimentarias básicas.
“En la ciudad de El Alto hay varios compañeros que trabajan, pero lo hacen sin el conocimiento de sus derechos, por eso son víctimas de explotación y gana menos que lo mínimo. Ante esta situación muchos de los negocios se aprovechan, puntos de comida, empresas de costura y de maquinaria como las imprentas; además de otras instancias”, explicó Rodriguez.
A nivel organizacional, ASONAT´s es la única asociación en Bolivia que agrupa a menores insertados en el ámbito laboral, sin embargo, esta representación carece de una cobertura nacional por lo que es casi imposible afiliar a todos los menores trabajadores en toda la regiones del país, aspecto que determina que no haya una instancia que exija el respeto de sus derechos.
Rodriguez también afirmó que los adolescentes trabajan entre 9 y 12 horas diarias como costureros, albañiles, trabajadoras del hogar y soldadores. Mientras que las muchachas de 5 a 8 horas al día desempeñan funciones como meseras, niñeras, comerciantes, voceadoras y recolectoras de plásticos; entre otras tareas.
“Evidentemente ha habido varias iniciativas para formar una organización desde los trabajadores, en la cual, lo único que se ha hecho, es reforzar a las ONG´s (Organizaciones No Gubernamentales), instancias que han visto el lucro para trabajar sobre este tema. No se tiene una representación nacional, pero existen iniciativas que se están articulando”, reiteró.
Datos proporcionados por la misma institución detallan que la cifra de niños y adolescentes trabajadores en la urbe alteña superan los 30 mil, de los cuales un 70 por ciento se dedica exclusivamente a realizar labores informales, sobre todo en el ámbito comercial; mientras que un 30 por ciento pertenecería al sector formal, siendo la manufactura el área donde más menores ocupan su tiempo.
Ámbito educativo
Para muchos niños, niñas y adolescentes la única opción es asistir a una escuela nocturna, que en la mayoría de los casos, además de los peligros que entraña, no reúne las condiciones para brindar una educación de calidad.
Convenio de la OIT
El Convenio 182 de la OIT establece que las peores formas de trabajo infantil son todas aquellas labores que ocasionan daño al desarrollo físico, psicológico y moral de los niños, niñas y adolescentes. Muchas de las actividades laborales donde están involucrados niños y adolescentes de El Alto son altamente peligrosas y un verdadero atentado a sus derechos. Se han presentado casos de caídas, lesiones físicas por malas posturas o fracturas en el cuerpo, en niños y adolescentes albañiles.
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