lunes, 7 de noviembre de 2011

MONSEÑOR GUALBERTI PIDE A LOS BOLIVIANOS MANTENER ENCENDIDA LA LLAMA DE LA FÉ

Santa Cruz, 7 Nov. (ANF).- En su homilía de este domingo monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo Coadjutor de Santa Cruz, llamó a todos los cristianos a mantenerse atentos y despiertos, utilizando los sacramentos de la gracia, la escucha y seguimiento de la palabra de Dios, la oración, el amor al próximo, y el compromiso para la justicia y la paz; como medios para mantener encendida la llama de la fe.

Se refirió a la verdadera sabiduría que le agrada al señor, el cual es el don fundamental que permite escudriñar, conocer y ser parte del plan de Dios, del plan de la vida y de la salvación. “Esta sabiduría nos hace conocer el camino del bien y del amor, el camino del seguimiento de Jesús que nos lleva a la plenitud de la vida y de nuestra realización”.

Monseñor, al profundizar en el evangelio, dijo que la lámpara que se indica en la parábola de las diez jóvenes “es la luz de la fe, la verdadera sabiduría que ilumina y guía nuestras vidas”. El aceite, según dijo “son los medios concretos, para alimentar la fe y la vida cristiana, son los pasos que se tiene que dar para mantener encendida la fe.

“Junto a los medios es indispensable una actitud: “Estén despiertos porque no saben ni el día ni la hora”. Es la vigilancia en la espera, al estilo del centinela que no puede permitirse el lujo de dormirse durante su turno, de él depende la seguridad de todos. Jesús nos aviva y estimula para estar preparados, a ser previsores, fieles y constantes en la espera de su llegada en nuestra vida. Esta es la verdadera sabiduría: estar preparados para la venida del Señor”, sostuvo.

“Este texto y los de los próximos dos domingos, no tiene la finalidad de asustarnos por el futuro, por el contrario, apuntan a responsabilizarnos sobre la importancia por el momento presente: es el único que se nos ha sido dado para vivir y adquirir el aceite necesario. La salvación o perdición eterna dependen exclusivamente de lo que hacemos aquí y ahora. El Señor confía el futuro en nuestras manos. Nuestra historia de cada día tenemos que mirarla y leerla a la luz de la vida o de la muerte para siempre”, expresó.

El Reino de Dios, presentado en el evangelio como un “banquete” es el proyecto de nuevas relaciones con Dios, entre nosotros y con los bienes de este mundo, insistiendo en la necesidad de “una relación de justicia en cuanto al compartir de los bienes de la tierra”. Monseñor Gualberti al parafrasear el llamado de salir al encuentro del novio, presente en el Evangelio, monseñor dijo que la vida humana está caracterizada por un permanente “salir al encuentro” desde el nacimiento hasta el definitivo encuentro con el Dios de la vida.

Finalmente dijo que la verdadera sabiduría consiste en acoger y vivir la verdad de la resurrección de Cristo que nos trae la promesa de vida eterna. Por eso, llamó a todos los fieles a ser “testigos y portadores de la verdadera esperanza. La esperanza de una vida feliz por toda la eternidad, cimentada en la resurrección de Jesús” finalizó.

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