Bolivia, 3 Jul. (LÍDER / EFE).- El
expresidente de Bolivia Jorge Quiroga considera que el narcotráfico es uno de
los mayores retos para Latinoamérica, cuando la región vive un buen momento
económico y se han fortalecido las democracias, con excepciones como Venezuela
o su propio país.
"La criminalidad, la
inseguridad y ese matrimonio incestuoso con el narcotráfico es la mayor
preocupación que tengo para una región que está en un buen momento económico,
que ha fortalecido democracias con algunas excepciones, como los países Alba,
que salió indemne de la crisis Lehman y ahora sigue en pie con la crisis
euro", afirma Quiroga, en entrevista con Efe.
El exmandatario, que participó en
una sesión sobre América Latina en el Campus Faes 2012, señala que éste es
"un tema urticante", con manifestaciones como los altísimos índices
de criminalidad de Centroamérica, que "con una población sumada casi
similar a la de España, tiene 45 veces más asesinatos".
"El narcotráfico nunca podrá
acabar con México, pero sí con países pequeños, como Guatemala o
Honduras", advierte.
Para Quiroga, que fue presidente
de Bolivia entre 2001 y 2002, "existe una suerte de fusión corporativa
entre carteles mexicanos, pandillas centroamericanas, productores de coca y
droga andinos y mafias de distribución brasileras, que trabajan juntos,
mientras que los gobiernos no se han integrado contra eso".
Por ello, cree que tras las
elecciones del pasado domingo en México y el triunfo del PRI "va a ser un
tema dominante, porque es de interés para Estados Unidos, México, Europa y
Brasil. A Brasil le vienen Olimpiadas, mundial de Fútbol, y no los puede llevar
a adelante de una forma tranquila si no limpia las mafias de distribución de
droga en Río y Sao Paulo", asegura.
Todo ello en momentos en que la
región vive "la bonanza china", una situación económica muy favorable
debido, en gran parte, a los altos precios de las materias primas.
Como en Bolivia, donde las
exportaciones pasaron de unos 1.200 millones de dólares hace 8 años hasta
alcanzar 9.000 millones el año pasado.
Pese a la buena situación
económica en Bolivia, la popularidad del presidente Evo Morales ha caído mucho,
lo que Quiroga atribuye a "la dimensión política de lo que hace el
Gobierno".
Cree que "la persecución
sistemática de todo el que piensa diferente", el acoso a la oposición y
conflictos como el plan de construir una carretera en el Territorio Indígena
Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que ha llevado a fuertes protestas y
represión, "ha causado un enorme desgaste del Gobierno".
"Los indígenas amazónicos
tienen una posición absolutamente racional y justificada, que se preserve un
parque nacional que además es territorio indígena", afirma el exmandatario
derechista.
"Jamás en la historia
alguien ha planteado hacer una carretera a través de un parque nacional, y que
es además territorio indígena. Ni el político más proclive al desarrollo
acelerado y contrario al medio ambiente lo plantearía. Ni lo haría en EEUU el
republicano más rabioso", asegura.
Respecto a las elecciones en
Venezuela del próximo 7 de octubre, donde la oposición aspira a sacar del poder
a Hugo Chávez, Quiroga las considera "críticas para los que queremos
democracia, libertad, respeto a la propiedad, y que no queremos que se
dictamine quien gobierna un país de América Latina desde Venezuela gracias a su
petróleo".
"La oposición está ahora
unida, pero nunca hay que subestimar al presidente de Venezuela, algo que se ha
hecho durante mucho tiempo, sobre todo en las capitales sofisticadas, como en
Europa, porque era fácil criticarlo como una suerte de Cantinflas
tropical", afirma Quiroga.
Pero añade que "los que le
hemos conocido sabemos que es un hombre extremadamente talentoso, una mezcla
comunicacional potente... una mezcla de CNN, con canales de música, de
historia, de comedia, religioso".
"Y cuando la gente ve que se
pone a cantar, a contar cuentos, es fácil cantinflearlo, pero finalmente si habla
cuatro horas y solo es discurso político, usted apagaría la televisión",
subraya.
El expresidente cree que la
enorme influencia que tuvo Chávez por su enorme capacidad de financiar
proyectos en el exterior ha mermado por los problemas internos.
"En 2008, en voto secreto,
real, efectivo, Venezuela tenía 22 de 34 votos en la OEA... Ahora tiene
mayor grado de control pero sólo en cuatro países, Venezuela, Bolivia,
Nicaragua, Cuba y, en menor medida, Ecuador", concluye.
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