Trípoli, 7 Jul. (LÍDER / Reuters).-
Los libios, entusiasmados y algunos con lágrimas en los ojos, dejaron atrás el
legado de la dictadura de Muamar el Gadafi el sábado en sus primeras elecciones
nacionales libres en 60 años.
Sin embargo, en la ciudad de
Bengasi, en el este del país y cuna del levantamiento que derrocó a Gadafi el
año pasado pero donde ahora muchos quieren la autonomía, se produjeron varios
incidentes, con asaltos a colegios electorales y quema de papeletas.
Las autoridades dijeron que unos
hombres armados impidieron a los votantes entrar en algunos colegios en el
puerto petrolero oriental de Ras Lanuf y otros centros en el inestable sur
tampoco abrieron, pero situó en un 94 por ciento el número de colegios
electorales que funcionaron con normalidad.
Los libios, muchos de los cuales
votan por primera vez después de cuatro décadas de mandato de Gadafi, escogen
una Asamblea Nacional compuesta por 200 diputados que elegirá a un primer
ministro y un gobierno antes de preparar el terreno para unas elecciones
parlamentarias completas el año que viene, ya con una nueva constitución.
Los candidatos con programas
islámicos son los favoritos entre los más de 3.700 aspirantes, lo que sugiere
que Libia será el próximo país de la Primavera Árabe, tras Túnez y Egipto, en
el que los partidos religiosos se hacen con el poder tras los levantamientos
populares del año pasado que derrocaron a regímenes autoritarios.
En la capital, Trípoli, la
votación se desarrollaba sin problemas. Un grito de "Allahu akbar"
("Alá es grande") se pudo oír dentro de un colegio electoral cuando
votó la primera mujer mientras decenas de personas hacían cola charlando
animadamente.
"No puedo describir la
sensación. Pagamos el precio, tenemos dos mártires en mi familia. Estoy segura
de que el futuro será bueno, Libia tendrá éxito", manifestó Zainab Masri,
una profesora de 50 años, tras emitir su voto.
"Soy un ciudadano libio en
una Libia libre", dijo Mahmud Mohammed Al-Bizamti. "Hoy he venido
para poder votar de un modo democrático. Hoy es como una boda para
nosotros".
SABOTAJE PETROLERO
Muchos habitantes del este del
país, de donde se extrae la mayor parte del petróleo libio, están enfadados
porque solo se hayan asignado 60 escaños para el este en la asamblea, comparado
con los 102 del oeste.
En Bengasi, manifestantes
asaltaron un colegio electoral justo al inicio de la jornada e incendiaron
cientos de papeletas en la plaza, en un intento de socavar la credibilidad de
los comicios. Los incidentes se repitieron en al menos cuatro centros más,
según testigos.
"No hubo seguridad
suficiente en el colegio para frenar a los atacantes", dijo a Reuters
Naser Zwela, de 28 años, quien contó que los asaltantes entraron con fusiles de
asalto y gritando a la gente que no votara.
El viernes, grupos armados
cerraron las exportaciones petroleras de Libia para hacer oír sus demandas de
una mayor representación en la nueva asamblea. Al menos tres terminales
exportadoras se vieron afectadas.
"El país estará en un estado
de parálisis porque nadie nos está escuchando", dijo a Reuters Hamed al
Hasi, un antiguo rebelde que ahora encabeza el Alto Consejo Militar de
Cirenaica, el nombre de la provincia en el este del país.
También hay preocupaciones por
otras zonas. En el desértico sur del país, en Kufra, en el desierto del Sáhara,
los enfrentamientos tribales eran tan fuertes que los observadores electorales
no podrán acudir al lugar, y algunos cuestionan que incluso se vaya a poder
votar allí.
Las urnas permanecerán abiertas
hasta las 8 p.m (18:00 GMT), pero no se esperan los primeros resultados
parciales hasta el domingo.
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