Asunción, 2 Jul. (LÍDER / AFP).- El
secretario general de la OEA,
el chileno José Miguel Insulza, admitió este lunes ante periodistas en Asunción
que la situación en Paraguay no es grave pero sí delicada y que con su
presencia hará lo posible para que la crisis quede superada.
"Algunas consecuencias las
tenemos más claras ahora", dijo Insulza sin aclarar cuáles eran sus
opiniones. Dijo que recabó muchos antecedentes de la crisis paraguaya en las
entrevistas que mantuvo con el presidente Federico Franco y el ex presidente
Fernando Lugo.
Interrogado acerca de si la
situación en Paraguay es grave, respondió: "no diría grave, pero delicada,
por lo menos...".
El jefe de la OEA se reunió por espacio de
una hora con Franco en el palacio de Gobierno y una hora y media en su hotel
con Lugo.
Tenía programadas otras
entrevistas por la tarde con las autoridades del Congreso, del Poder Judicial,
del Tribunal Electoral, con titulares de los partidos políticos y de algunos
movimientos sociales y ONGs.
La serie de consultas concluirá
mañana antes de retornar a la sede de la
OEA en Washington, previa escala en una cumbre de naciones
del Caribe.
Preguntado si no era el Paraguay
que esperaba ver, reconoció que encontró un ambiente tranquilo y sin
alteraciones. "Todo el mundo concuerda con eso. Además de lo que ha pasado
(hace 10 días) no veo convulsiones".
"Pero ciertamente hay una
situación especial en Paraguay que esperemos que se supere pronto. Vamos a hacer
todo lo posible para que así sea", remarcó.
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