Washington, 4 Jul. (LÍDER / AP).-
Cuadrillas de trabajadores restablecieron el servicio eléctrico a casi dos
tercios de las viviendas y negocios que perdieron electricidad a causa de
violentas tormentas que azotaron las regiones del centro occidente y la costa
central del Atlántico durante el fin de semana.
En la noche del martes, las
empresas eléctricas informaron que 1,07 millones de clientes continuaban sin
electricidad. La oleada de tormentas registradas el viernes por la noche
provocaron daños similares a huracanes dejando a obscuras a 3 millones de
usuarios desde Indiana hasta Washington, D.C., consecuentemente sin aire
acondicionado en pleno verano.
Veinticuatro personas murieron a
causa de las tormentas, entre ellos un trabajador del servicio eléctrico que
murió al sufrir una caída el lunes en condado Garrett, en el estado de
Maryland.
Las empresas eléctricas
advirtieron que muchos vecindarios quedarán sin servicio durante gran parte de
la semana, y posiblemente más.
La violenta fuerza de los
vientos, que derribaron árboles sobre el tendido eléctrico y desplomaron torres
de trasmisión y subestaciones eléctricas, han suscitado nuevamente el debate de
colocar las líneas por vía subterránea.
Mientras, crece la impaciencia
entre las autoridades y la población.
"Esto ocurre una y otra vez,
y año tras año, y parece que nunca están preparados", dijo John Murphy, un
conductor profesional que vive en la ciudad de Burtonsville en el estado de
Maryland, cuando esperaba el lunes que la compañía Pepco restableciera el
servicio en la zona, donde también viven su madre y su hermana.
Una andanada de tormentas, un
sistema llamado "derecho", cayó la noche del viernes y se extendió
rápidamente por la región y las autoridades tuvieron poco tiempo para hacer
advertencias. A diferencia de los sistemas tropicales, las autoridades tienen
por lo general varios días para alertar a la población y preparar contingentes
adicionales de personal de ayuda.
Las empresas eléctricas tuvieron
que esperar varios días para la llegada de personal adicional que llegó desde
lugares tan distantes como Quebec y Oklahoma.
También resulta urgente atender a
los enfermos y los ancianos, que son especialmente vulnerables a las altas
temperaturas sin aire acondicionado. Muchas de esas personas buscaron refugio
en hoteles y sótanos.
Las autoridades temen que la
cifra de muertos pueda aumentar debido al calor y al uso generalizado de
plantas portátiles de electricidad, las cuales emiten gases que son peligrosos
en lugares cerrados.
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