Argentina, 18 Jul. (LÍDER).- El mejor del mundo y compañía ya están de vuelta a casa. Uruguay, todo corazón, se deshizo de la individualidad argentina en la cruel y a veces injusta tanda de penaltis.
Igual que los éxitos del Barcelona llevan la firma del Balón de Oro, los fracasos, cada vez más sonados, de la selección argentina, cargan a las espaldas del '10' una parte importante de responsabilidad. Y eso que Leo, como acostumbra, estuvo inconmensurable. Pero demostró, una vez más, que a este deporte no se juega sólo. Uruguay, siendo menos selección, fue en cambio mejor equipo.
La ironía quiso que fuera precisamente un ex barcelonista, Martín Cáceres, quien ajusticiara a Messi, Milito y Mascherano, este último expulsado al final de los 90 minutos para equilibrar una balanza donde hubo más patadas a las piernas que al balón. El defensor charrúa marcó el gol definitivo de una tanda de penaltis intensa, lúgrube, cardiaca, que no fue ninguna lotería.
Rabia contenida hasta el final
A este punto se llegó tras 120 minutos de brega, entrega y fútbol con mayúsculas. Fútbol con mayúsculas y entre paréntesis, porque entre los continuos enganchones (nobles, como acostumbran al otro lado del charco) y la cacería organizada a los tobillos de los más mágicos, también cupieron retazos de estrategia y batalla con la pelota de por medio.
Se adelantó Uruguay con un tanto de Diego Pérez, que no se había visto en otra como esa en su vida. Tras asimilar el regalo, llegó el tanto del empate, obra de un Higuaín omnipresente que sigue reclamando un puesto en cualquier sitio cada vez que se le da confianza. Y justo tras el gol, la expulsión del anotador charrúa, toda una paradoja futbolera.
Messi salió vivo, pero dolido
Sin embargo, llegaron los minutos de la miseria. La muralla celeste se encargó de relativizar al mejor del mundo, el Kun, otrora héroe, no la olió. Ni tan siquiera Tévez, que se topó con un Muslera a la altura de los mejores metas en las mejores fechas, ni el ídolo de nuevo cuño, Javier Pastore, aportaron otro signo a la planicie.
Uruguay aguantó y se defendió con una soltura insultante. Ni un fallo, ni una laguna, ante los mejores constructores de fútbol del mundo con permiso de España. Y así, aguantando y resoplando, llegó la a veces injusta y cruel tanda de penaltis donde fue el Apache quien estrelló esa ilusión contra el portero. Argentina y Messi lloran. Se acabó la aventura para ellos.
LA FICHA DEL PARTIDO
1 (4) - Argentina: Romero; Zabaleta, Burdisso, Gabi Milito, Zanetti; Gago (Biglia, m.96), Mascherano; Messi, Di María (Pastore, m.71), Agüero (Tévez, m.80); e Higuaín.
1 (5) - Uruguay: Muslera; Maxi Pereira, Lugano, Victorino (Scotti, m.19), Cáceres; Álvaro González, Diego Pérez, Arévalo Ríos (Eguren, m.110), Álvaro Pereira (Gargano, m.110); Forlán y Luis Suárez.
Goles: 0-1, m. 5: Diego Pérez. 1-1, m.17: Gonzalo Higuaín.
Tanda de penaltis: 1-0: Messi, gol. 1-1: Forlán, gol. 2-1: Burdisso, gol. 2-2: Luis Suárez, gol. 2-2: Tévez, para Muslera. 2-3: Scotti, gol. 3-3: Pastore, gol. 3-4: Gargano, gol. 4-4: Higuaín, gol. 4-5: Martín Cáceres, gol.
Árbitro: Carlos Amarilla (Paraguay). Expulsó por doble amarilla a Diego Pérez (m. 3 y 38), por parte de Uruguay, y a Mascherano (m. 49 y 83), por Argentina. Amonestó a los argentinos Zabaleta, Gabi Milito, Burdisso, Gago y Tévez y a los uruguayos Cáceres y Álvaro González (m. 42).
Incidencias: Partido de cuartos de final de la Copa América 2011, disputado en el estadio Brigadier Estanislao López de Santa Fe ante unos 37.000 espectadores.
Manu MAÑERO / Eurosport
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