EE.UU. 23 Jul. (LÍDER / AFP).- El presidente estadounidense, Barack Obama, certificó el viernes que el ejército estadounidense está listo para acoger tropas homosexuales, abrogando así una controvertida ley que estuvo vigente durante 18 años y promoviendo una nueva política que entrará en vigor en 60 días.
Junto con el secretario de Defensa, Leon Panetta, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen, el mandatario estadounidense certificó en el Congreso que terminó la preparación del ejército para aceptar a personas homosexuales en sus filas y que el tabú sobre este tema podía ser abolido.
"Hoy superamos la última etapa hacia el fin de la ley 'Don't ask, Don't tell' ('No preguntes, no lo digas') que (...) viola los principios estadounidenses de justicia y de igualdad", anunció Obama en un comunicado.
Concretamente, esta etapa significa que esta controvertida ley de 1993, que obligaba a los militares homosexuales a disimular su orientación sexual so pena de despido, será abrogada en 60 días, o sea el 20 de septiembre.
Desde que el Senado votó la abrogación de esta ley el 18 de diciembre, el Pentágono elaboró nuevos manuales y preparó a la totalidad de las fuerzas armadas -unos 2,3 millones de militares en actividad y en reserva- para esta nueva política.
El tema ha sido objeto de un apasionado debate en la sociedad estadounidense, en el que intervinieron personalidades como la cantante estadounidense Lady Gaga, a favor de la abolición de la ley, calificada de discriminatoria.
Pero ciertos representantes, en su mayoría republicanos, y algunos altos funcionaros militares como el jefe de los marines, general James Amos, temían que esta nueva política afecte la eficacia de los soldados en combate.
Y estos temores no han sido del todo borrados.
El presidente de la comisión de Defensa de la Cámara de Representantes, el republicano Buck McKeon, pidió al gobierno de Obama que "presente inmediatamente ante el Congreso las evaluaciones efectuadas por las diferentes instancias sobre el impacto de la abrogación en las tropas", a fin de garantizar que no serán desorientadas con la nueva política.
La nueva ley fue votada en diciembre tras la publicación, un mes antes, de un estudio que mostraba que 70% de los 115.000 militares y 44.000 parejas de militares interrogados eran favorables a la abrogación de la ley tabú.
Sin embargo, entre los marines, los cuerpos de élite del ejército y ciertas unidades de combate del ejército terrestre, entre 40% y 60% de los encuestados no eran favorables a la abrogación de la ley.
Según el Pentágono, los homosexuales que fueron despedidos del ejército por su preferencia sexual podrán reintegrar la institución y todos los militares deberán continuar mostrándose dignos del uniforme que portan a toda hora y en todo lugar.
Sin embargo, los cónyuges de los homosexuales no podrán vivir en las bases militares ni beneficiarse de la cobertura médica de la que gozan los familiares de los militares.
Esto representa una dura contradicción, estiman las asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales.
Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo es aceptado en la capital de Estados Unidos y en seis de sus 50 Estados -Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Vermont, Nueva York-, el Estado Federal no lo reconoce en virtud de la ley llamada de 'Defensa del Matrimonio'.
Esta ley, promulgada por el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, estipula que el Estado Federal sólo reconoce el matrimonio como una "unión legal entre un hombre y una mujer", privando así a los cónyuges de parejas homosexuales de los derechos y beneficios de los que gozan los cónyuges heterosexuales.
El portavoz de Obama anunció sin embargo el martes que el presidente apoyaba la iniciativa de una senadora demócrata de California que busca abrogar esta ley.
OBAMA CERTIFICA EL FIN DE LA LEY QUE EXCLUÍA A HOMOSEXUALES EN EL EJÉRCITO
EE.UU. 23 Jul. (LÍDER / AFP).- El presidente estadounidense, Barack Obama, certificó el viernes que el ejército estadounidense está listo para acoger tropas homosexuales, abrogando así una controvertida ley que estuvo vigente durante 18 años y promoviendo una nueva política que entrará en vigor en 60 días.
Junto con el secretario de Defensa, Leon Panetta, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen, el mandatario estadounidense certificó en el Congreso que terminó la preparación del ejército para aceptar a personas homosexuales en sus filas y que el tabú sobre este tema podía ser abolido.
"Hoy superamos la última etapa hacia el fin de la ley 'Don't ask, Don't tell' ('No preguntes, no lo digas') que (...) viola los principios estadounidenses de justicia y de igualdad", anunció Obama en un comunicado.
Concretamente, esta etapa significa que esta controvertida ley de 1993, que obligaba a los militares homosexuales a disimular su orientación sexual so pena de despido, será abrogada en 60 días, o sea el 20 de septiembre.
Desde que el Senado votó la abrogación de esta ley el 18 de diciembre, el Pentágono elaboró nuevos manuales y preparó a la totalidad de las fuerzas armadas -unos 2,3 millones de militares en actividad y en reserva- para esta nueva política.
El tema ha sido objeto de un apasionado debate en la sociedad estadounidense, en el que intervinieron personalidades como la cantante estadounidense Lady Gaga, a favor de la abolición de la ley, calificada de discriminatoria.
Pero ciertos representantes, en su mayoría republicanos, y algunos altos funcionaros militares como el jefe de los marines, general James Amos, temían que esta nueva política afecte la eficacia de los soldados en combate.
Y estos temores no han sido del todo borrados.
El presidente de la comisión de Defensa de la Cámara de Representantes, el republicano Buck McKeon, pidió al gobierno de Obama que "presente inmediatamente ante el Congreso las evaluaciones efectuadas por las diferentes instancias sobre el impacto de la abrogación en las tropas", a fin de garantizar que no serán desorientadas con la nueva política.
La nueva ley fue votada en diciembre tras la publicación, un mes antes, de un estudio que mostraba que 70% de los 115.000 militares y 44.000 parejas de militares interrogados eran favorables a la abrogación de la ley tabú.
Sin embargo, entre los marines, los cuerpos de élite del ejército y ciertas unidades de combate del ejército terrestre, entre 40% y 60% de los encuestados no eran favorables a la abrogación de la ley.
Según el Pentágono, los homosexuales que fueron despedidos del ejército por su preferencia sexual podrán reintegrar la institución y todos los militares deberán continuar mostrándose dignos del uniforme que portan a toda hora y en todo lugar.
Sin embargo, los cónyuges de los homosexuales no podrán vivir en las bases militares ni beneficiarse de la cobertura médica de la que gozan los familiares de los militares.
Esto representa una dura contradicción, estiman las asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales.
Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo es aceptado en la capital de Estados Unidos y en seis de sus 50 Estados -Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Vermont, Nueva York-, el Estado Federal no lo reconoce en virtud de la ley llamada de 'Defensa del Matrimonio'.
Esta ley, promulgada por el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, estipula que el Estado Federal sólo reconoce el matrimonio como una "unión legal entre un hombre y una mujer", privando así a los cónyuges de parejas homosexuales de los derechos y beneficios de los que gozan los cónyuges heterosexuales.
El portavoz de Obama anunció sin embargo el martes que el presidente apoyaba la iniciativa de una senadora demócrata de California que busca abrogar esta ley.
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