La Paz, 25 Jun. (LÍDER).- El canciller David Choquehuanca admitió este viernes que las relaciones con Chile “no están muy bien” ni “gozan de buena salud” como en los tiempos de la presidenta Michelle Bachelet con la que sostuvo un diálogo permanente sobre la Agenda de 13 puntos destinada a crear confianza mutua y resolver la demanda marítima boliviana.
Sostuvo que el actual presidente Sebastián Piñera ratificó la agenda de los 13 puntos y el canciller Alfredo Moreno manifestó hace días que el diálogo continuará a la cabeza de los vicecancilleres, por lo que espera se reactive la Comisión de Consultas Políticas para retomar la agenda.
“No están rotas las relaciones ni la agenda. Tenemos algunas dificultades, no es lo mismo que con la presidenta Bachelet”, declaró al evaluar la actual situación con Chile que se vieron enturbiadas luego que el pasado 23 de marzo el presidente Evo Morales diera un giro a su política marítima, anunciando juicio ante los tribunales internacionales en procura de una salida soberana al Océano Pacífico y de manera paralela se desarrolle el diálogo bilateral.
Esa tensión se trasladó al 41 periodo de sesiones de la Organización de Estados Americanos del 5 al 7 de junio de San Salvador, donde Bolivia exigió diálogo directo con soluciones útiles, factibles y concretas, aunque no pudo conseguir un respaldo internacional para una presión multilateral, sino escuchar recomendaciones para el diálogo bilateral.
Chile condicionó a Bolivia a que escoja diálogo o juicio. Sin embargo Choquehuanca manifestó este viernes que “Chile no puede condicionar. Nosotros no podemos decirles qué es lo que tienen que hacer los países vecinos, somos soberanos”, subrayó.
La autoridad ratificó el derecho que tiene Bolivia de tomar las alternativas y diferentes caminos que conduzcan a Bolivia a tener una salida soberana al mar y para ello creó la Dirección de Reivindicación Marítima encargada de diseñar una estrategia jurídica para llevar el caso a los tribunales internacionales.
CRECE TENSIÓN BILATERAL
La tensión Bolivia-Chile creció con la detención de 14 militares bolivianos por los Carabineros chilenos entre el 17 y 19 de junio, que fueron mostrados enmanillados, encadenados y encapuchados tras ser acusados sin pruebas de robo de vehículos. La Fiscalía de Iquique decomisó las armas y un juez liberó a los bolivianos que salieron en calidad de expulsados de suelo chileno al que no tiene pisada los próximos 3 años.
Los militares bolivianos cayeron en el marco de esas operaciones para frenar ilegal de vehículos para acogerse a la ley de saneamiento que a la fecha tiene unos 70 mil vehículos inscritos para su legalización.
Chile felicitó a sus policías, y el presidente Evo Morales condecoró a los militares con órdenes meritorias de ascenso. El jefe de Estado dijo "vamos a apelar a la comunidad internacional con las denuncias formales por flagrante violación a los DDHH" y subió el tono de sus críticas cuando sostuvo que no podía entender que algunas autoridades sean defensoras del contrabando en la República de Chile.
La ministra de Defensa, Cecilia Chacón, anunció que a través de la Cancillería pedirían una explicación porque los militares bolivianos fueron tratados como delincuentes. Sin embargo su colega de Chile, Andrés Allamand, negó tal posibilidad señalando que "si hay alguien que debe dar las explicaciones de este episodio, está claro quiénes son".
Calificó el accionar de la policía y la justicia como “una actuación impecable de las autoridades chilenas". Paralelamente a este incidente, el Senado chileno exigió al presidente Sebastián Piñera una protesta formal contra Bolivia por la legalización de “autos robados”, a pesar que la misma ley boliviana ordena una fuerte custodia militar en la frontera.
La Cámara de Diputados de Bolivia aprobó una resolución de protesta contra ese atropello a los militares y una señal concreta suspendió una visita oficial para participar de los actos conmemorativos al Bicentenario chileno.
FUENTE: NAN
No hay comentarios:
Publicar un comentario