sábado, 5 de noviembre de 2011

UN “PEQUEÑO MOZART” DE ORIGEN BOLIVIANO DESLUMBRA EN EEUU


Washington, 5 Nov. (ANF).- La profesora Bella Oster ha descrito al niño Oscar Paz Suaznabar como un “niño prodigio”, que a sus cinco años es capaz de interpretar “Fantasía” de Federico Chopin, una pieza clásica que sólo los consumados pianistas pueden tocarla.

El niño es americano-boliviano, hijo de un guatemalteco que se gana la vida en un restaurante de comida rápida en el estado de Virginia, mientras que su madre, una ciudadana boliviana,  cuida niños pequeños en su casa.
El semanario “El Tiempo Latino”, propiedad de “The Washington Post”, descubrió a Oscar. En su primera plana de la edición de esta semana, el periódico tituló a toda página: “Un pequeño Mozart  latino”, haciéndose eco de las declaraciones de  Oster, una maestra de piano que trabaja  en la enseñanza musical durante 42 años.
“Su capacidad intelectual, de memoria y de interpretación son extremadamente avanzadas para su edad”, declaró la maestra que dijo que nunca en su dilatada carrera docente  encontró semejante talento infantil.
Oscar recibe clases de piano en European Academy of Music and Art desde hace un año, después que su madre descubriese por casualidad el talento del pequeño, quien un buen día  tocó “Los pollitos dicen” en el piano de la escuela pública a la que asiste su hermana.
Karina Suaznabar declaró que cuando vio a Oscar sentado en el piano, sus pies apenas podían alcanzar los pedales y sus pequeños dedos con dificultad pulsaban el teclado. Sin embargo la canción infantil sonaba a la perfección, asegura su madre que en ese instante decidió que su hijo debía recibir clases, alentada por quienes quedaron maravillados con el genio del niño.
Los Suaznabar, residentes en el condado de Alexandria en el estado de Virginia, son de limitados recursos económicos.
A pesar de esa limitación, declaró la madre, Oscar fue matriculado en la escuela musical  que está localizada en el condado de Silver Spring, en el vecino estado de Maryland. El niño asiste tres veces a la semana a las clases de la maestra Oster por lo que Karina  debe conducir al menos cien kilómetros de ida y regreso.
El pequeño que es consciente de su habilidad musical dijo: “esto es lo que quiero hacer toda mi vida, quiero ser un gran músico”. Con candidez declaró que su sueño es tocar  junto al tenor Plácido Domingo.
La profesora Oster explicó que prepara a Oscar para ser concertista y que su primera presentación profesional está prevista después que cumpla los ocho años.
 Karina Suaznabar lamentó que no puedan comprar un piano para que Oscar practique en casa. El instrumento para uso profesional cuesta 42.000 dólares.
Sin embargo, la familia de Oscar y la maestra están convencidos de que el niño está en la senda de otros famosos bolivianos que lograron notoriedad internacional como el violinista Jaime Laredo y la pianista Ana María Vera, ambos residentes en Estados Unidos.
“Cada vez que toco el piano siento felicidad y tranquilidad”, dijo Oscar al describir el gusto y pasión por la música.

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