miércoles, 4 de enero de 2012

OBAMA OTRA VEZ EN RUEDO POLÍTICO FRENTE A SERIOS PROBLEMAS EN EE.UU.

Washington, 4 Ene. (PL).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitará hoy Cleveland, Ohio, lo cual marca un retorno al escenario político para enfrascarse en los numerosos problemas que dejó pendientes al término de 2011.

La gira del mandatario, que según sus asesores se centrará principalmente en la economía, ocurre un día después de celebrarse el primer caucus electoral en Iowa.

Analistas estiman que la visita a uno de los territorios de la región de los Grandes Lagos, constituye la respuesta del equipo de campaña del gobernante a fin de contrastar sus posiciones con los de los candidatos republicanos.

Aunque Obama ganó en Ohio en 2008, el estado resultó muy afectado en los últimos tres años a raíz de la crisis económica y es seguro que será un campo de batalla político en las elecciones presidenciales de noviembre, vaticinan expertos.

Asesores presidenciales aseguran que Cleveland marca el inicio de un "agresivo programa" de viajes nacionales en 2012 por parte del jefe de Estado, si bien insisten en que Obama no participará en la carrera presidencial hasta tanto los republicanos no escojan su candidato.

Tras unas vacaciones en Hawai, el jefe de gobierno tendrá poco tiempo para volver a descansar, dada la complejidad del panorama político nacional.

Al cierre del año pasado, Obama alcanzó lo que algunos califican de "victoria táctica" frente a los republicanos, al obtener al menos por dos meses la extensión del recorte de impuestos de nómina a la clase trabajadora.

La medida implica una reducción de dos puntos porcentuales del 6,2 por ciento que afiliados y empresas pagan al Seguro Social y la extensión de beneficios de desempleo, así como evitar una disminución de 27 por ciento en los pagos de Medicare y Seguro Social a médicos.

Ello le otorgó mayores índices de aprobación en las encuestas recientes, reconoció el excongresista Vin Weber, estratega del Partido Republicano.

Tal mejoría en los niveles de aceptación, sin embargo, aun no excede el 50 por ciento, lo cual para muchos resulta preocupante en un presidente durante un año electoral.

El gobernante deberá enfrascarse asimismo en lograr la ampliación de la medida a todo el año, algo que parece lejos de materializarse ante la anunciada oposición de los del llamado partido rojo.

Permanece pendiente el tema de la construcción del controvertido oleoducto Keystone XL, decisión sobre la que deberá pronunciarse la Casa Blanca, como parte de las exigencias de los conservadores para aprobar el recorte de impuestos.

Aunque el mandatario reiteró en varias ocasiones que postergará la decisión hasta después de los comicios de noviembre, la aprobación o rechazo para la instalación del ducto constituye un espinoso asunto que amenaza importantes apoyos a su aspiración reelectoral, estiman medios estadounidenses.

Otros expertos añaden a tan complejos desafíos las profundas desavenencias entre demócratas y republicanos en el Congreso, quienes hacen prevalecer intereses políticos lo cual hace naufragar cualquier legislación que vislumbre beneficios para el bando contrario.

Por ese motivo, continúa estancada en el Capitolio la Ley Antidesempleo del presidente, que con un monto de 447 mil millones de dólares, busca generar unos dos millones de puestos laborales.

Cifras oficiales estiman para este año una disminución de apenas dos décimas porcentuales de la tasa nacional de paro, un reducción poco significativa frente al 8,6 por ciento actual, equivalente a más de 13 millones de ciudadanos sin trabajo.

Además, el movimiento Ocupar Wall Street permanece en las calles de las principales ciudades de Estados Unidos a la cabeza de las protestas que desde el pasado 17 de septiembre denuncian las inequidades generadas por el sistema capitalista, la avaricia corporativa y el poder desmedido de los megabancos.

Los llamados indignados, que sufrieron la represión de las autoridades, prometieron mantener sus acciones para recordarle al Ejecutivo que las condiciones de vida de quienes se consideran el 99 por ciento de la población demuestran el incumplido cambio prometido hace tres años.

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