La Paz, 16 Ago (LÍDER / PL).- El gobierno boliviano insistió en la vía del diálogo con representantes de agrupaciones indígenas que protagonizan hoy su segundo día de marcha, tras partir la víspera de la ciudad amazónica de Trinidad con rumbo a La Paz.
De acuerdo con el vicepresidente del país suramericano, Álvaro García, este conflicto por la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que atraviesa el Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), al igual que otras protestas, tendrá solución en las pláticas.
García recordó varias convocatorias a conversaciones para establecer las consultas sobre esa obra, que une a las regiones de Cochabamba y Beni, pero a la que no respondieron representantes de los originarios, entre ellos Adolfo Chávez, de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano.
Lo mismo sucedió, dijo, con dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales de la ciudad de El Alto, aledalña a La Paz, antes de que llamen a un paro en demanda de mayores inversiones regionales y también en Potosí (sur), para evaluar demandas del Comité Cívico.
Sobre el ultimo contencioso, García garantizó que el Ejecutivo cumple con los acuerdos de agosto de 2010 sobre la delimitación entre las comunidades de Quillacas (Oruro) y Coroma (Potosí).
También se respondió a la instalación de la fábrica de cemento en Coroma; la puesta en marcha de la metalúrgica de Karachipampa; la preservación del Cerro Rico; la construcción de un aeropuerto internacional y la atención a proyectos viales, agregó.
Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, calificó de acción política contra el gobierno las movilizaciones de diferentes sectores sociales en Beni, la ciudad de El Alto y en Potosí.
Morales llamó la atención sobre la coincidencia de estas protestas a dos meses de elecciones judiciales, previstas en octubre próximo.
Asimismo afirmó que las tres protestas no cuentan con el debido apoyo popular.
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