
La casa —en el centro de Visby, en la isla de Gotland— fue construida en 1750 sobre los cimientos de una iglesia rusa. La cocina está sobre el presbiterio y la tumba que contiene el esqueleto —visible a través de un vidrio— está en el sótano.
El dueño de la agencia inmobilaria, Leif Bertwig, aseguró que no hay nada que temer porque el esqueleto "está en tierra sagrada y descansa en paz".
Bertwig dijo que los restos probablemente pertenecieron a un hombre ruso que murió hace 800 años.
El preció inicial de la casa es de 4,1 millones de coronas (unos 640.000 dólares)
AP
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