Panamá, 6 Dic. (EFE).- América
Latina y el Caribe deben hacer énfasis en la protección alimenticia de las
madres y los niños menores de dos años si desea reducir las
"persistentemente elevadas tasas de malnutrición" que afectan a los
más pobres, alertó el Banco Mundial (BM) en un estudio divulgado hoy en la
capital panameña.
La mayoría de los programas y
políticas públicas en la región, en espacial los que se aplican durante los
cíclicos períodos de crisis económica o por desastres naturales, "pasan
por alto las necesidades de las madres y los niños más pequeños", lo que
puede afectar de forma definitiva el capital humano, resaltó la institución.
"Si el estatus nutricional
no es bueno en los primeros 1.000 días de vida, vamos a ver daños irreversibles
en las personas que van a mantener a los madres y los niños en un nivel de
desarrollo pobre", dijo en una entrevista telefónica con Efe la
especialista del Banco Mundial y coautora del estudio, Marie Chantal Messier.
El documento, denominado
"Cómo proteger la nutrición de las madres y los niños", explica que
"invertir en la nutrición en los primeros 1.000 días de vida tiene sentido
económico" para los países, añadió Messier.
"Al parecer hay una falta de
conocimiento de parte de los líderes de opinión y de los políticos" sobre
la importancia de la nutrición en los primeros 1.000 días de vida y, al mismo
tiempo, hay una visión equivocada de que al disminuir la pobreza también lo
hace la desnutrición "y eso no es verdad", señaló la especialista.
El hambre, que afecta al menos a
47 millones de personas en América Latina y el Caribe, según datos de la ONU,
impacta de manera irreversible el desarrollo intelectual humano y, por tanto,
desacelera el progreso económico.
Debido a la desnutrición, las
personas pierden más del 10 % de los ingresos que habrían podido recibir en
toda su vida, y muchos países pierden entre el 2 % y 3% del producto interno
bruto (PIB), según el Banco Mundial, que calcula en 7,2 millones los niños
menores de cinco años con retraso del crecimiento en Latinoamérica.
Messier destacó que "la
malnutrición crónica es un problema muy importante", especialmente en
Centroamérica y el Caribe, y el estudio recomienda enfocar más los recursos
limitados de los países "en proteger a las madres de los niños menores de
dos años" tanto durante los períodos de crisis como en los de estabilidad.
Para ello, el documento plantea
una serie de herramientas para atacar el problema de manera multisectorial, con
programas dirigidos a ese segmento de la población que involucre las áreas de
salud, educación e infraestructura, para "tener una visión más amplia de
cómo combatir" el hambre y sus consecuencias.
La malnutrición no se limita a la
calidad y cantidad de alimentos consumidos por la población, sino que también
está relacionada con el acceso a servicios de agua potable, saneamiento y
salud, indica el estudio.
El Banco Mundial llegó a esas
conclusión tras analizar el cumplimiento de 13 categorías programáticas
consideradas válidas para garantizar un buen estatus nutricional en 12 países:
Dominica, Granada, Santa Lucía, San Vicente, Haití, Honduras, Nicaragua, El
Salvador, Guatemala, Panamá, Bolivia y Colombia.
Esos países fueron seleccionados
por criterios como el índice de pobreza, tasa de malnutrición, propensión a
sufrir catástrofes naturales y vulnerabilidad a las crisis, según el informe.
Los investigadores además
entrevistaron a 130 "personalidades clave" integrantes de los Gobiernos,
organismos promotores de desarrollo y de la sociedad civil, en un "proceso
de consulta muy largo y exhaustivo pero muy productivo", dijo Messier.
"Los resultados fueron que
casi todos los países no cumplen con las 13 actividades (en su totalidad) para
lograr un buen estatus nutricional", dijo.
Los "más rezagados" son
los países del Caribe, quizá porque "son más pequeños y no tiene acceso al
desarrollo", por lo que el Banco Mundial va a continuar con su apoyo, dijo
Messier.
"Haití tiene muy buenas
respuestas ante las emergencias", lo que ha permitido "una
disminución de la desnutrición pese a las crisis recurrentes que vive",
dijo la experta.
El Salvador, Panamá, Colombia y
Nicaragua presentan una "buena respuesta ante las crisis", añadió
Messier, que sin embargo dijo que ningún país estudiado protege adecuadamente
la lactancia materna.
Muchos de los países analizados
hacen énfasis en programas como la alimentación escolar, lo que arroja dudas
sobre "si esas políticas son realmente" efectivas y suficientes para
"combatir la desnutrición y ayudar a las familias más pobres a obtener los
nutrientes que necesitan", aseguró Messier. EFE
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