La Paz y La Haya, 4 Dic. (ABI).-
La mediterránea Bolivia expectaba desde el lunes como principal tercero
interesado la decisiva fase oral del pleito judicial en la Corte Internacional
de Justicia (CIJ) de La Haya seguido por Perú contra Chile, por la soberanía de
67.000 km2 de aguas territoriales fronterizas en el Océano Pacífico.
Una comisión de alto nivel
integrada por el procurador del Estado, Hugo Montero; el diputado Héctor Arce,
el plenipotenciario boliviano en la Organización de Naciones Unidas, Sacha
Llorenti, el director de la oficina de Reivindicación Marítima (DIREMAR) Juan
Lanchipa y el embajador de Bolivia en los Países Bajos, Roberto Calzadilla, se
radicó en la ciudad de La Haya, sede de la CIJ donde se ventila el contencioso
peruano-chileno desde 2009.
Antes de fijar definitivamente el
límite marítimo entre ambos litigantes, a mediados de 2013, la CIJ escuchará
desde este lunes y hasta el 14 de diciembre los alegatos de Chile y Perú, que
reclama 67.000 km2 de 90.000 km2 de aguas marítimas en la frontera binacional.
La resolución y los pormenores de
este juicio interesan particularmente a Bolivia, por dos razones sustantivas y
una accesoria.
La primera, porque la nueva
demarcación podría alterar la llamada Línea de la Concordia, por donde Bolivia
aspira a obtener en el tiempo una salida al mar que perdió a manos de Chile
tras una guerra en 1879.
Bolivia y Perú pelearon
militarmente y perdieron con Chile entre 1879 y 1883.
Y, la segunda, por la
jurisprudencia que podría aportar a la reivindicación marítima boliviana que
tiene una data de más de 130 años.
Tras la conclusión de la guerra,
Bolivia resignó todo su efectivo marítimo, 400 km lineales de litoral y 120.000
km2 de territorios en la firma de un Tratado de Paz y Límites suscripto en 1904
y que el gobierno del presidente Evo Morales lo ha denunciado de
"impuesto, injusto e incumplido".
Y, colateralmente, la experiencia que pueda
sembrar en la delegación boliviana la fase de alegatos peruano chilena, en
vistas de un juicio que Bolivia anunció en 2011 en la CIJ para obtener, por la
vía judicial, una salida soberana al mar Pacífico.
El diputado Arce aseguró que el
proceso por una delimitación marítima entre ambos países, tiene gran
trascendencia para la causa marítima boliviana.
"El proceso entre ambos países tiene gran
trascendencia para la causa marítima boliviana, no sólo porque en dicho proceso
se analizará y debatirá los antecedentes y resultados jurídicos de la Guerra
del Pacífico, desatada injustamente por Chile el año 1879, sino que las
intervenciones de ambos países, así como las conclusiones de la Corte serán de
gran importancia para la construcción de la demanda marítima boliviana, la cual
se la viene llevando adelante con la máxima responsabilidad", expresó.
La Delegación Oficial de Bolivia asistió a
la primera audiencia oral del juicio
peruano chileno, instaurada por el presidente de la CIJ, Peter Tomka.
En la cuidad de Hage, el mandamás de la
DIREMAR, Lanchipa, aseguró que Bolivia seguirá sin pestañar el desarrollo de
los alegatos.
"Como corresponde, la Comitiva Oficial
permanecerá en La Haya durante todo el transcurso de los procedimientos orales,
en el marco del seguimiento que realiza con la finalidad de evaluar los
fundamentos que ambas partes expondrán", dijo.
De acuerdo con un comunicado de la DIREMAR, redactado en la Paz, la
comitiva oficial de Bolivia valoró el criterio vertido por el agente del Perú,
embajador Alan Wagner, quien manifestó
al iniciar su intervención que el Perú reconoce "la contribución que la
Corte ha hecho y continua haciendo para la resolución pacífica de los
diferendos y para la consecución de los objetivos plasmados en la Carta de
Naciones Unidas".
El gobierno de Morales, que entre 2006 y
2010 acudió al terreno bilateral para obtener de Chile una salida marítima
soberana para Bolivia, funda sus propósitos de reivindicación marítima en el
principio esencial del derecho internacional de la solución pacífica de
controversias.
Perú sostiene que los límites marítimos con
Chile no están fijados y busca que la CIJ los establezca en una línea
equidistante a las costas de ambos países, con lo que ganaría unos 35.000 km2
de mar sobre los que actualmente Chile ejerce soberanía.
En contrapartida, Chile defiende que los
límites quedaron fijados según los dos acuerdos suscritos en la década de los
'50y que no hay temas limítrofes pendientes entre ambos países.
Los presidentes de Perú y Chile, Ollanta
Humala y Sebastián Piñera respectivamente llamaron desalentar las expresiones
chovinistas a 6 meses del pronunciamiento del equipo que lidera el magistrado
Tomka.
Ambos gobernantes se han comprometido a acatar el fallo de la CIJ esperado para mediados
de 2013.
El desarrollo de los alegatos en la ciudad de La Haya o Hage, fue
también seguido con atención por la clase política boliviana.
En La Paz, la ministra de Comunicación,
Amanda Dávila pidió esperar a los miembros de la comitiva oficial boliviana
para escuchar las impresiones que dejará los planteamientos de dos semanas en
la CIJ.
Dávila dijo que Bolivia confía en la
justicia y el derecho internacional en la radicación eventual de un juicio a
Chile por una salida soberana al mar.
"Defenderemos el tema del mar en
cualquier foro internacional y también recurriremos a los mecanismos que
existen para poder plantear y uno de los mecanismos es el tribunal de La Haya
uno más de los mecanismos", afirmó.
Las argumentaciones de Perú y Chile se registran dos semanas después que
la CIJ falló con una redefinición de los
límites marítimos entre Colombia y Nicaragua.
La CIJ estableció una nueva zona fronteriza en el Mar Caribe
entre ambos países.
Colombia, que se sintió contrariado por el
fallo denunció el Pacto de Bogotá y anunció una ofensiva judicial para que sean
restaurados sus derechos en el mar territorial que considera afectado.
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