Washington, 9 Mayo (PL).- Aunque aún restan seis meses para las
elecciones presidenciales en Estados Unidos, pocos expertos pueden hoy asegurar
que el presidente Barack Obama podrá mantenerse otros cuatro años en la Casa
Blanca.
Recientes encuestas señalan que
de efectuarse este miércoles las elecciones, entre el mandatario y el virtual
candidato republicano Mitt Romney emergería un empate técnico: 46,2 para Obama
frente a 46 por ciento de su potencial rival en las urnas.
El mapa electoral del país arroja que el jefe de Estado tiene casi seguros, hasta el momento, 253 votos electorales, los cuales resultan insuficientes para obtener el derecho a la reelección.
El complicado sistema de votaciones de la Unión exige que un candidato acumule al menos 270 votos electorales para agenciarse el derecho a ocupar el despacho en la Oficina Oval.
Por su parte, el exgobernador de Massachussets dispone de 170 votos, ilustran los datos del sitio digital Real Clear Politics.
Lo anterior indica que serán los llamados estados indecisos los que definan el venidero 6 de noviembre si los demócratas permanecen otro cuatro años al frente de la administración o entregan el batón del Ejecutivo a los republicanos.
No obstante, los números parecen ser un poco más favorables a Obama en tres de los llamados estados claves.
El gobernante goza de una intención de voto de 46,8 por ciento en Ohio, frente al 42 del político mormón; mientras que en Virginia la diferencia resulta 47,5 a 44,3 por ciento, precisó la fuente.
Solo en Florida la diferencia se vuelve casi nula, pues el mandatario aventaja por solo cuatro décimas (45,4 a 45) a Romney.
El insuficiente crecimiento del mercado de empleos, indicador fundamental para medir la solidez de la economía, así como los altos precios de los combustibles domésticos parecen estarle jugando una mala pasada a Obama.
Con una tasa de desempleo aún demasiado alta, en 8,1 por ciento, el Ejecutivo enfrenta la arremetida de sus rivales republicanos, quienes le achacan la falta de iniciativas para sacar adelante a la primera economía del mundo.
Ello pudiera estar incidiendo en los índices de popularidad del estadista, ligeramente inferior (47,3 por ciento) a los que critican su gestión, 47,9 por ciento.
Obama inició oficialmente su campaña por la reelección este fin de semana en Ohio y Virginia, dos de los estados cruciales para los comicios.
De igual forma efectuó la semana pasada un viaje sorpresa a Afganistán, con motivo del primer aniversario del asesinato de Osama Bin Laden, hecho que intenta exhibir como un logro de su gestión, en medio de las críticas de sectores de la resistencia afgana a la intervención extranjera que lidera Estados Unidos.
Este martes, el equipo del jefe de Estado comenzó a televisar varios anuncios electorales contratados por unos 25 millones en Ohio y otros ocho estados de los llamados indecisos, como estrategia dirigida a captar un electorado abrumado por los desfavorables indicadores económicos.
El mapa electoral del país arroja que el jefe de Estado tiene casi seguros, hasta el momento, 253 votos electorales, los cuales resultan insuficientes para obtener el derecho a la reelección.
El complicado sistema de votaciones de la Unión exige que un candidato acumule al menos 270 votos electorales para agenciarse el derecho a ocupar el despacho en la Oficina Oval.
Por su parte, el exgobernador de Massachussets dispone de 170 votos, ilustran los datos del sitio digital Real Clear Politics.
Lo anterior indica que serán los llamados estados indecisos los que definan el venidero 6 de noviembre si los demócratas permanecen otro cuatro años al frente de la administración o entregan el batón del Ejecutivo a los republicanos.
No obstante, los números parecen ser un poco más favorables a Obama en tres de los llamados estados claves.
El gobernante goza de una intención de voto de 46,8 por ciento en Ohio, frente al 42 del político mormón; mientras que en Virginia la diferencia resulta 47,5 a 44,3 por ciento, precisó la fuente.
Solo en Florida la diferencia se vuelve casi nula, pues el mandatario aventaja por solo cuatro décimas (45,4 a 45) a Romney.
El insuficiente crecimiento del mercado de empleos, indicador fundamental para medir la solidez de la economía, así como los altos precios de los combustibles domésticos parecen estarle jugando una mala pasada a Obama.
Con una tasa de desempleo aún demasiado alta, en 8,1 por ciento, el Ejecutivo enfrenta la arremetida de sus rivales republicanos, quienes le achacan la falta de iniciativas para sacar adelante a la primera economía del mundo.
Ello pudiera estar incidiendo en los índices de popularidad del estadista, ligeramente inferior (47,3 por ciento) a los que critican su gestión, 47,9 por ciento.
Obama inició oficialmente su campaña por la reelección este fin de semana en Ohio y Virginia, dos de los estados cruciales para los comicios.
De igual forma efectuó la semana pasada un viaje sorpresa a Afganistán, con motivo del primer aniversario del asesinato de Osama Bin Laden, hecho que intenta exhibir como un logro de su gestión, en medio de las críticas de sectores de la resistencia afgana a la intervención extranjera que lidera Estados Unidos.
Este martes, el equipo del jefe de Estado comenzó a televisar varios anuncios electorales contratados por unos 25 millones en Ohio y otros ocho estados de los llamados indecisos, como estrategia dirigida a captar un electorado abrumado por los desfavorables indicadores económicos.
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