La Paz, 19 Oct. (LÍDER / ABI).- El presidente Evo Morales, al celebrar los 50
años de vida del vicepresidente Álvaro García Linera, auguró el viernes que el
compromiso que asumió con el pueblo boliviano prosiga y vaya más allá de los
casi siete años transcurridos en la tarea de transformar Bolivia.
En un desayuno realizado en Palacio de Gobierno con la asistencia de ministros de Estado, asambleístas, representantes de organizaciones sociales y miembros de las Fuerzas Armadas, Morales dijo que "esperamos que esa confianza y ese compromiso siga, no conmigo, no con el gabinete, sino con el pueblo boliviano".
Destacó la confianza creada con el Vicepresidente, en base a la sinceridad y el reconocimiento de los errores.
"Como un justo homenaje a su trabajo al servicio del pueblo, pasaron siete años juntos, trabajando y decir a Álvaro que al margen de ser el Vicepresidente es un hermano, un compañero de trabajo", dijo el su breve discurso pronunciado ante la concurrencia, entre quienes se encontraba la esposa del segundo mandatario.
García Linera nació en Cochabamba, en 1962, de profesión matemático y sociólogo. Fue arrestado y acusado de insurrección y terrorismo. Estuvo cinco años en la cárcel sin que los cargos en su contra puedan ser probados. El 8 de septiembre se casó con la presentadora de noticias Claudia Fernández.
Fue invitado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) a acompañar a Evo Morales como candidato a la Vicepreidencia y en 2006, tras un masivo respaldo popular en las urnas, junto con Morales en la presidencia del país se hizo cargo de la Vicepresidencia.
Por su parte, García Linera aseguró que tres son los principios que guían su vida, los cuales los aprendió de su madre, honestidad, compromiso y lealtad.
Gracias a esos principios, dijo, es posible caminar con tranquilidad por la calle sin que nadie acuse de haber tocado un centavo que no fuera fruto del esfuerzo propio.
Indicó que para él es un orgullo caminar con el presidente Morales y llevar adelante el proceso de cambio, la revolución, sin importar "que a uno lo trituren o lo despellejen, uno sabe que ha optado por una línea correcta", dijo.
Declaró sentirse feliz y satisfecho porque logró ver a un indígena en el Gobierno y polleras en el legislativo y el Tribunal, porque "no hay cosa más hermosa que vivir luchando por el pueblo", mencionó.
Finalmente, indicó que el reto en la actualidad es hacer que los cambios producidos en Bolivia sean perdurables.
"En estos momento del triunfo del pueblo, de la emancipación de humildes, de discriminados es un tiempo hermoso para vivir, luchar y morir", dijo.
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