Washington, 19 Oct. (LÍDER / EFE).-
A falta de apenas 20 días para las elecciones presidenciales en EE.UU., el
aspirante demócrata a la reelección, Barack Obama, reanudó hoy sus ataques
contra su rival republicano, Mitt Romney, a quien acusó de ser incapaz de
precisar su plan fiscal y de dar la espalda a la clase media.
Por su parte, el aspirante
republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan, lamentó que Obama, actual presidente
de EE.UU., se dedique a "descalificar" a Romney con el objetivo de
disfrazar su "falta" de propuestas novedosas para que el país vuelva
a la senda del crecimiento.
La campaña electoral entra en la
recta final y las encuestas muestran una apretada contienda que se decidirá en
un puñado de estados clave entre los que figuran Ohio, Nuevo Hampshire,
Florida, Virginia o Carolina del Norte.
Es a estos estados donde viajan
sin descanso una y otra vez los candidatos, sus lugartenientes y sus equipos
para tratar de conseguir la victoria el próximo 6 de noviembre.
Obama visitó hoy Manchester, en
Nuevo Hampshire, donde protagonizó un nuevo acto electoral en el que bromeó
sobre la falta de detalles del plan de reducción del déficit público de Mitt
Romney y su lejanía del ciudadano de a pie.
"Escucharán al gobernador
Romney hablar de pequeños negocios. Lo que no les dice es que su definición de
pequeños negocios incluye (al magnate multimillonario) Donald Trump",
ironizó Obama ante unas seis mil personas en un estado en el que las encuestas
le dan por el momento una mínima ventaja sobre Romney.
Por contra, en Florida, donde
inició hoy una gira de dos días, el "número dos" republicano, el
congresista Paul Ryan, afirmó que lo único que puede ofrecer Obama en su
segundo mandato es "cuatro años más de lo mismo", en referencia al
alto desempleo y la creciente deuda nacional.
Ryan destacó una vez más la
experiencia de Romney en el mundo empresarial y criticó el creciente tamaño
adquirido por el gobierno federal bajo la Administración Obama.
"No creemos que las mejores
ideas estén en Washington, gestionadas por burócratas. Creemos en la
competencia", agregó el candidato de 42 años.
La tensión por lo reñido de la
batalla se puede apreciar en la utilización por parte del presidente Obama de
grandes figuras políticas y culturales como respaldo, especialmente después de
que su rival republicano creciera en las encuestas tras el primer debate
presidencial en Denver, en el que Romney fue claramente ganador.
Mientras Obama hablaba en Nuevo
Hampshire, el expresidente Bill Clinton y la estrella de rock Bruce Springsteen
participaban en un acto electoral en Parma, Ohio, para pedir el voto para el
actual inquilino de la Casa Blanca.
Clinton presentó al músico como
"un hombre que representa los verdaderos valores americanos" e instó
a los ciudadanos de Ohio a salir a "defender" a Obama igual que el
presidente hizo cuando la economía del estado sufrió por el colapso del gigante
automovilístico General Motors, que cuenta con numerosas fábricas en Ohio.
Esta noche tanto Obama como
Romney volverán a coincidir, tras el igualado debate presidencial del martes en
Nueva York, en la cena de recaudación de fondos de la Fundación Alfred E. Smith
Memorial Foundation Dinner que se celebrará en hotel neoyorquino Waldorf
Astoria.
En esta ocasión se les verá sin
duda más relajados, ya que tradicionalmente este evento es utilizado por los
políticos para intercambiar chistes y comentarios jocosos sobre la actualidad
política del país.
Será la calma antes de la tormenta.
A continuación, ambos candidatos
volverán a la carretera con actos de campaña previstos en Virginia (Obama) y
Florida (Romney), el viernes, antes de retirarse con sus respectivos equipos de
asesores para preparar el tercer y definitivo debate del próximo lunes en Boca
Ratón (Florida).
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