viernes, 19 de octubre de 2012

Demócratas y republicanos agudizan descalificaciones ante la batalla final


Washington, 19 Oct. (LÍDER / EFE).- A falta de apenas 20 días para las elecciones presidenciales en EE.UU., el aspirante demócrata a la reelección, Barack Obama, reanudó hoy sus ataques contra su rival republicano, Mitt Romney, a quien acusó de ser incapaz de precisar su plan fiscal y de dar la espalda a la clase media.


Por su parte, el aspirante republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan, lamentó que Obama, actual presidente de EE.UU., se dedique a "descalificar" a Romney con el objetivo de disfrazar su "falta" de propuestas novedosas para que el país vuelva a la senda del crecimiento.

La campaña electoral entra en la recta final y las encuestas muestran una apretada contienda que se decidirá en un puñado de estados clave entre los que figuran Ohio, Nuevo Hampshire, Florida, Virginia o Carolina del Norte.

Es a estos estados donde viajan sin descanso una y otra vez los candidatos, sus lugartenientes y sus equipos para tratar de conseguir la victoria el próximo 6 de noviembre.

Obama visitó hoy Manchester, en Nuevo Hampshire, donde protagonizó un nuevo acto electoral en el que bromeó sobre la falta de detalles del plan de reducción del déficit público de Mitt Romney y su lejanía del ciudadano de a pie.

"Escucharán al gobernador Romney hablar de pequeños negocios. Lo que no les dice es que su definición de pequeños negocios incluye (al magnate multimillonario) Donald Trump", ironizó Obama ante unas seis mil personas en un estado en el que las encuestas le dan por el momento una mínima ventaja sobre Romney.

Por contra, en Florida, donde inició hoy una gira de dos días, el "número dos" republicano, el congresista Paul Ryan, afirmó que lo único que puede ofrecer Obama en su segundo mandato es "cuatro años más de lo mismo", en referencia al alto desempleo y la creciente deuda nacional.

Ryan destacó una vez más la experiencia de Romney en el mundo empresarial y criticó el creciente tamaño adquirido por el gobierno federal bajo la Administración Obama.

"No creemos que las mejores ideas estén en Washington, gestionadas por burócratas. Creemos en la competencia", agregó el candidato de 42 años.

La tensión por lo reñido de la batalla se puede apreciar en la utilización por parte del presidente Obama de grandes figuras políticas y culturales como respaldo, especialmente después de que su rival republicano creciera en las encuestas tras el primer debate presidencial en Denver, en el que Romney fue claramente ganador.

Mientras Obama hablaba en Nuevo Hampshire, el expresidente Bill Clinton y la estrella de rock Bruce Springsteen participaban en un acto electoral en Parma, Ohio, para pedir el voto para el actual inquilino de la Casa Blanca.

Clinton presentó al músico como "un hombre que representa los verdaderos valores americanos" e instó a los ciudadanos de Ohio a salir a "defender" a Obama igual que el presidente hizo cuando la economía del estado sufrió por el colapso del gigante automovilístico General Motors, que cuenta con numerosas fábricas en Ohio.

Esta noche tanto Obama como Romney volverán a coincidir, tras el igualado debate presidencial del martes en Nueva York, en la cena de recaudación de fondos de la Fundación Alfred E. Smith Memorial Foundation Dinner que se celebrará en hotel neoyorquino Waldorf Astoria.

En esta ocasión se les verá sin duda más relajados, ya que tradicionalmente este evento es utilizado por los políticos para intercambiar chistes y comentarios jocosos sobre la actualidad política del país.
Será la calma antes de la tormenta.

A continuación, ambos candidatos volverán a la carretera con actos de campaña previstos en Virginia (Obama) y Florida (Romney), el viernes, antes de retirarse con sus respectivos equipos de asesores para preparar el tercer y definitivo debate del próximo lunes en Boca Ratón (Florida).

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