Santa Cruz, 19 Oct. (LÍDER / EFE).-
La reina Sofía abrió hoy simbólicamente una llave de paso que suministrará a
partir de ahora agua potable a 98.000 personas de los suburbios de Santa Cruz,
el primer paso de un ambicioso proyecto de cooperación española que mejorará
las condiciones de vida de 795.000 bolivianos.
Miles de escolares, procedentes
de numerosos colegios, convirtieron su llegada al asentamiento Ciudadela Andrés
Ibáñez en una gran fiesta, alineados en los bordes de las calles de tierra por
donde rodaba la comitiva oficial y, a su paso, agitaban banderas de los dos
países y de Santa Cruz y exhibían mensajes artesanales de bienvenida entre
vítores y expresiones de alegría por su visita.
La algarabía festiva siguió hasta
la entrada en las instalaciones de almacenamiento y bombeo del agua, donde se
celebró una ceremonia oficial con bailes tradicionales, entrega de obsequios
conmemorativos y la participación del secretario de Estado español de
Cooperación Internacional, Jesús Gracia, y el ministro boliviano de Medio
Ambiente, José Antonio Zamora.
A continuación, la reina de
España y el ministro boliviano descubrieron sendas placas conmemorativas e
hicieron girar conjuntamente la llave de paso del colector principal, que
liberó en horizontal un simbólico chorro de agua con tanta fuerza que salpicó a
los reporteros gráficos más cercanos, entre las risas de los propios fotógrafos
y de la reina.
Así se ponía hoy en marcha no
sólo el abastecimiento continuo de agua potable para una población que hasta
ahora carecía de agua corriente o la recibía racionada, sino la primera de las
cinco fases de un proyecto que España ha financiado con 10 millones de dólares,
a los que se sumarán ocho más, y que permitirá construir una red de
alcantarillado y una planta de tratamiento de aguas residuales.
Esta es la mayor obra de la
cooperación española en Bolivia, donde están previstas actuaciones similares en
92 municipios repartidos por el país, lo que elevará el número de beneficiarios
a 795.000, y también el primer proyecto inaugurado en América Latina con cargo
al Fondo Español de Cooperación para Agua y Saneamiento, cuyo objetivo es
mejorar la vida de 11 millones de personas.
Antes de acudir a esta populosa
barriada del Sector 8 de Santa Cruz, la reina de España se acercó a conocer uno
de los centros de formación de jóvenes discapacitados que muestran los
resultados de la colaboración de la Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (AECID) con la organización Fe y Alegría, a
través de la ONG española Entreculturas.
La AECID mantiene suscrito un
convenio de 12 millones de euros para el periodo 2010-2014 con Fe y Alegría,
que cuenta con 430 centros educativos especiales en Bolivia, de los que cinco
se encuentran en Santa Cruz, y la reina eligió el Colegio San Antonio, gestionado
por los franciscanos, para comprobar sobre el terreno la eficacia de esta
colaboración.
Recibida cariñosamente a su
llegada por los alumnos del centro, todos ellos discapacitados intelectuales,
recorrió las aulas de primaria especial, donde estudian 71 escolares, y los
talleres donde 45 alumnos de 15 a 30 años reciben conocimientos de carpintería,
cocina, repostería y panadería, pintura o costura, que les servirán para
obtener un empleo.
Tras unas palabras del
viceministro de Educación, Noel Aguirre, en las que ha agradecido la
colaboración de España para construir "un mundo igualitario", la
reina ha podido conocer la experiencia de los propios alumnos en las voces de
Diana Tambo, de 17 años, que confía en vivir de la venta de sus pintura, y Carlos
Aruni, de 30 años, que ha conseguido trabajo como ayudante de panadería.
La reina, que viaja hoy mismo de
regreso a España desde Santa Cruz, ha puesto fin así a una visita de cuatro
días a Bolivia durante la que se ha entrevistado con el presidente Evo Morales,
ha presidido la firma de un acuerdo para exponer en Potosí monedas procedentes
del tesoro de la fragata La Mercedes y ha comprobado la marcha de diversos
proyectos de cooperación española. EFE
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