miércoles, 28 de diciembre de 2011

LA MINERÍA DEJA BUENOS RÉDITOS Y PREPARA DESPEGUE PARA EL 2012

Bolivia, 28 Dic. (El Día).- Los valores de producción y exportación que se alcanzaron este año son halagüeños, pero lo que aún es tarea pendiente es la inversión en nuevos proyectos, pues, el país está viviendo de los yacimientos antiguos.

Las exportaciones mineras superarán los 3.000 millones de dólares, enfatizan las autoridades del rubro y del Gobierno en general. Sin embargo, este monto de diez dígitos está en un grado de verosimilitud, tomando en cuenta que al menos el 40 por ciento se queda fuera del país, en transporte y tratamiento, puesto que la mayor parte de esas ventas es concentrado de minerales, según datos oficiales.

Para la minería estatal la gestión que finaliza fue buena, porque se relanzaron proyectos como el horno Ausmelt de la fundición de Vinto, la habilitación del complejo metalúrgico Karachipampa y la preparación de Huanuni para aumentar su capacidad productiva. Los frutos de este trabajo serán cosechados el 2012 y en adelante.

En tanto que el yacimiento de hierro del cerro Mutún sigue siendo el talón de Aquiles del Gobierno, pues el proyecto no termina de arrancar y ya lleva años de demora, ocasionada por múltiples factores, desde administrativos hasta climáticos. Los problemas aquejan tanto a la operación en sociedad con Jindal Steel Bolivia como a la estatal Empresa Siderúrgica Mutún (ESM).

Y el litio sigue en las salmueras del salar de Uyuni, debido a que los procesos demoraron más de lo previsto, y hasta se sumó el clima, pues en febrero llovió como hace décadas no ocurría. En el Gobierno se anuncia el despegue para el 2012, con la planta piloto y trabajos de desarrollo para la producción de carbonato de litio y cloruro de potasio.

De todas maneras, en el año que finaliza, las arcas públicas continuaron sometidas al vaivén internacional de las cotizaciones mineras, lo que se refleja en los valores de producción y exportaciones, con mejores resultados numéricos que en años pasados.

EL LÍMITE CONVENIENTE Mientras el ministro de Minería, José Pimentel, reconoce que la capacidad de producción minera del país llegó a su límite, y que sólo aumentará cuando entren en operación nuevos proyectos o nuevo equipamiento.

El contraste es señalado por el viceministro de Desarrollo Productivo, Freddy Beltrán, pues indica que también es conveniente mantener el nivel de producción, puesto que si se aumenta bajan las cotizaciones. Es pura y simple ley económica: A mayor oferta, menor precio.

En medio de estas dos caras de la minería nacional, los precios de los minerales igual tocaron el cielo, con lo cual la tradicional plata recuperó su primer lugar en valor de producción y exportaciones. A octubre, las ventas de este metal precioso sumaron 1.160 millones de dólares, lo que representa el 15 por ciento del total de ventas de productos nacionales a mercados externos.
Del país salió plata en mineral, con una facturación de 906,45 millones de dólares y en metálico 254,18 millones, al 31 de octubre. Las exportaciones de este metal precioso, prácticamente, se duplicaron en relación con el mismo período del 2010, cuando sumaron 626,91 millones.

El oro en constante ascenso
En cuanto al oro, el precio promedio trimestral fue de 1.108 dólares por onza troy de enero a marzo del 2010, luego subió a 1.196 dólares, a 1.226 y a 1.367 dólares, de acuerdo con el registro del Instituto Nacional de Estadística.

El comportamiento del valor dorado el año que finaliza alcanzó promedios de 1.384 dólares por onza troy en el primer trimestre 2011, subió a 1.505 en el segundo y a 1.707 en el tercer trimestre, de acuerdo con el reporte del INE. El problema es que la mayor producción de oro sale de contrabando.

En el año que finaliza, la Empresa Boliviana del Oro (EBO) comenzó el acopio del metal precioso, alcanzando unos 150 kilos que tienen el destino seguro: engrosar las reservas internacionales del país, proyecto que aún no se concreta, aún deben cerrarse detalles administrativos.

Y el tradicional estaño está recuperándose. Hasta octubre el valor de exportación sumó 400 millones de dólares. El estaño metálico es el de más valor, captó cerca del 90 por ciento.

Demora el paso de la minería privada a la estatal
Uno de los distintivos de la historia de un país que "recuperó su calidad minera", es que sigue viviendo de proyectos de inversión extranjera de la que San Cristóbal es el mayor. De esta mina se extrae concentrados de plomo-plata y zinc-plata. Precisamente, el metal precioso.

San Cristóbal data de 1997, fecha de inicio del largo proceso minero para ejecutar las distintas fases hasta llegar a la explotación que comenzó en el 2007, y desde el 2009, está produciendo con el 100 por ciento de su capacidad instalada, explotando 150.000 toneladas por día para producir 1.300 toneladas de concentrado de zinc-plata y 300 toneladas de plomo-plata.

El Estado volvió a la minería, pero a recuperar colas y desmontes de Corocoro, aunque la novedad es que le añade valor agregado y produce cobre catódico. Aquí sigue pendiente los repetidos anuncios de la fábrica de alambrón de cobre. Proyecto señalado desde gestiones pasadas.

En Karachipampa aún no salen bien las cosas, es otro proyecto postergado hasta la próxima gestión, de igual manera se iniciarán los estudios para instalar dos fundiciones de zinc en Oruro y Potosí con financiamiento chino de 500 millones de dólares, pues éstas serán encaradas "llave en mano".

En la minería estatal, los procesos están comenzando, el fin último es añadir valor agregado a la producción minera del país. Esto tomará su tiempo, pero las decisiones están tomadas. El 2012, EBO inclusive explorará y explotará simultáneamente y Huanuni, que ya está reportando ingresos millonarios, triplicará su capacidad de producción.

Las inversiones programadas por la minería estatal superarán 2.000 millones de dólares, pero en un quinquenio, 1.000 millones para el litio y potasio, 500 millones para el zinc, 100 millones para el oro y otros. Los proyectos no van tan acelerados, pero avanzan, asegura el presidente de COMIBOL, Héctor Córdova.

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