Brasilia, 27 Dic. (PL).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, resaltó hoy que con planificación y políticas acertadas su gobierno consiguió proteger la economía, los sectores productivos y el empleo, y por ello tuvieron un exitoso 2011.
"Trabajamos mucho este año para hacer de Brasil un país cada vez mejor y más justo. Vamos a trabajar aún más en 2012 para continuar avanzando", aseveró Rousseff en un mensaje a los lectores de su habitual columna de los martes Conversa con la presidenta.
Recordó que el año que finaliza no fue fácil para el mundo y en Brasil -indicó- percibimos con antelación el rumbo de la crisis internacional y nos preparamos. Brasil creció este año frente a un escenario mundial negativo, señaló.
Cuando la mayoría de los países desarrollados enfrentaron desempleo, nosotros creamos hasta noviembre pasado más de dos millones 300 mil nuevos puestos de trabajo y nuestra tasa de desocupación fue de 5,2 por ciento, la menor de la serie histórica, iniciada en 2002, destacó la mandataria.
Asimismo, prosiguió, batimos la cota histórica de exportaciones, atrajimos volúmenes récords de inversiones externas directas y nuestras reservas internacionales sobrepasaron los 350 mil millones de dólares.
Lo más importante es que concluimos el año sin abrir mano de dos principios fundamentales para el país: crecimiento económico con distribución de renta, sostuvo Rousseff y subrayó que 2012 será una oportunidad más de consolidación del modelo brasileño.
Adelantó que el próximo año comenzará con un fuerte incremento del salario mínimo (pasará de 545 a 622 reales (de 300 a 340 dólares) y con reducción de impuestos, así como continuaremos apoyando la compra de casa propia y subsidiando la construcción de viviendas para la población de baja renta.
Con menos impuestos y más créditos, la economía brasileña va a crecer más el año entrante, aseguró la mandataria, quien reiteró el compromiso de su gobierno de invertir fuertemente en la erradicación de la pobreza extrema.
En la salud, puntualizó, vamos a trabajar para aumentar la calidad de los servicios, así como destinaremos recursos a la lucha contra el consumo de crack y otras drogas, atender a los dependientes químicos y sus familias y combatir el narcotráfico y las mafias.
Rousseff también mencionó la necesidad de dar el salto educacional que la economía nacional y Brasil en general necesitan.
"Tenemos motivos para mirar 2012 con gran optimismo, con la seguridad de que Brasil continuará creciendo con estabilidad y disminuyendo la desigualdad en un ambiente de pujante democracia", acotó la presidenta.
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