El Alto, 15 Jun. (LÍDER / MP).- En la urbe alteña existen altos niveles de pobreza y de contaminación por lo cual un centenar de familias ven en la recolección de basura una fuente de trabajo, en donde los recicladores acuden día a día en su mayoría mujeres y niños quienes escarban entre la basura y posteriormente pasan a seleccionar la basura con la esperanza de encontrar algún objeto que puedan venderlo, este proceso es desde cartones, botellas de plástico, enlatados, entre otros materiales reciclables.
La mayoría de esas personas recicladoras son mujeres madres de familia quienes se dedican a esta labor acompañados de sus hijos menores de edad quienes están expuestos a las distintas enfermedades que provoca la basura.
Esta realidad muestra la pobreza en las que viven muchas familias que no cuentan con recursos económicos que han encontrado en la basura su sustento para poder sobrevivir, enfrentándose día a día a las bajas temperaturas y con el riesgo de contraer las infecciones respiratorias, bacterias y la inseguridad ciudadana.
Cifras oficiales señalan que el nivel de pobreza en la ciudad de El Alto, va en constante aumento y supera el 65% de la población de forma que son muy limitadas las alternativas para que una familia alteña viva dignamente ya que aparte de explotar su fuerza de trabajo entre 12 y 14 hrs. Sus ingresos no superan los 500 bolivianos al mes.
Por su parte personeros de la empresa municipal de aseo señalan que ellos cumplen con sus funciones en el recorrido que realizan por distintas zonas para hacer el respectivo recojo de basura y mantener limpia la ciudad, sin embargo se desligan de responsabilizarse por los botaderos que existen en distintos sectores de la ciudad de El Alto lo cual es una muestra de la falta de educación ambiental en la sociedad alteña.
Univ. Miriam J. Paco M.
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