Tarija, 9 Sep. (LÍDER / NAN).- “Los colores de las quebradas chapacas” puede ser el titulo de un libro sobre naturaleza pero en Tarija ése no es el caso. Y es que al recorrer las quebradas de la capital chapaca se observa una serie de colores producidos por la contaminación y el descuido humano, y no por la naturaleza.
Los siete colores de la contaminación son: azul, rojo y guindo en la quebrada El Toro; negro en las quebradas de la Víbora Negra y San Luís; verde en la quebrada El Monte; naranja en la quebrada Sagredo, y café en la quebrada de Calamuchita.
La quebrada más afectada es El Toro, porque en su trayecto cambia de color en tres ocasiones: azul, rojo y guindo. Al inicio tiene una coloración azul debido a que recibe los desagües tóxicos-químicos de las curtiembres que están alrededor y que utilizan metales pesados, como el sulfato cúprico y el mercurio, nocivos para la salud.
Más adelante cambia su coloración a rojo debido a que recibe la sangre del Matadero Municipal, y casi al desembocar al río Guadalquivir tiene una coloración guinda, debido a otros desagües que recibe en el trayecto.
El segundo color común en las quebradas de la capital chapaca es el negro, y una de ellas que lleva el nombre en honor a su coloración es la quebrada de la Víbora Negra, cuyas aguas desembocan en la quebrada El Monte, detrás del Hospital San Juan de Dios. Su coloración se debe a que el líquido elemento está muerto a causa de los desagües que recibe de las alcantarillas de las casas que no tienen el servicio y porque, según el concejal Sergio Gallardo, el afluente está embovedado y no recibe los rayos del sol.
"Los embovedados de los ríos urbanos reducen la oxigenación natural del agua y eliminan la acción purificadora de los rayos ultravioleta del sol", aseguró Edwin Alvarado, Coordinador Nacional de Comunicación de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) al aseverar que este tipo de intervención debiera considerar la implementación de sistemas de re aireación artificial.
Otra quebrada que tiene sus aguas negras es la zona de San Luís, donde hay el rebalse de las lagunas de oxidación. Esta quebrada recibe todos los desechos de las cloacas que tiene la ciudad de Tarija. Esta situación se evidencia aún más en la zona El Temporal, porque se mezcla con el río Guadalquivir y lo convierte en un afluente bicolor.
La quebrada El Monte tiene un color verduzco debido a la sedimentación que tiene, especialmente en sus orillas, lo cual hace que exista agua retenida, que causa mal olor y detiene, en varios sectores, a residuos sólidos, como botellas y bolsas de plástico.
Entre tanto, la quebrada Sagredo, que se encuentra en el barrio Germán Busch, tiene un color naranja, debido a que alrededor del afluente se encuentran fábricas de ladrillos, y en varios sectores del riachuelo se puede hallar pedazos de ladrillos que se mezclan con las aguas del manantial.
Finalmente, la quebrada que se encuentra en Calamuchita, cerca a la Ventolera, es de color café, en razón a que contiene desagües de las cloacas de las viviendas de esa comunidad. Estas aguas también desembocan en el río Guadalquivir.
INDUSTRIAS DEBEN CUMPLIR CON NORMA RASIM
La directora de Recursos Naturales y calidad Ambiental de la Gobernación, Erika Ferrufino, dijo que las industrias deben cumplir con el Reglamento Ambiental del Sector Industrial y Manufacturero (RASIM), por lo que solicitó a la alcaldía detalles de cada una de las fábricas.
“Una vez que se tenga la documentación se sancionará a las industrias que incumplan la norma o, en todo caso, servirá para declarar pausa ecológica al Guadalquivir, para que así no exista emisión de contaminantes de aguas industriales, como del Matadero, de las curtiembres y bodegas”, concluyó.
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