EE.UU. 8 Sep. (LÍDER / infobae.com).- El ex embajador de los EEUU, Manuel Rocha, aseguró a Infobae América que su país "está ante un cambio de política de seguridad". Analizó cómo repercutió el atentado a las Torres Gemelas en la diplomacia y el efecto que tuvo la muerte de Osama Bin Laden.
"Entre los grandes cambios que ocurrieron tras los ataques del 11 de septiembre debemos citar, primero, que el país posicionó como prioridad a Medio Oriente y lo que ocurría en Afganistán, Irak e Irán", señaló el ex funcionario de las administraciones de Bill Clinton y George W. Bush. "Se sobredimensionó el interés y los recursos destinados fueron superiores a los de cualquier otra región del mundo", indicó.
Recordó que hasta el 11 de septiembre de 2001, los Estados Unidos centraban su atención en Latinoamérica a través del impulso del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Pero tras el golpe mortal al World Trade Center, la administración republicana destinó todos sus esfuerzos a la guerra contra el terrorismo.
Rocha, que ocupó el cargo de embajador en distintos países de América Latina, entre ellos Bolivia y Venezuela, explicó que combatir mundialmente el terrorismo islámico, liderado por Al Qaeda y Osama Bin Laden, se convirtió en la primera preocupación del gobierno. "Eso hoy en día se mantiene, pero estamos en el umbral de los cambios por dos razones. Una es la muerte de Bin Laden. La otra es que el grupo extremista es ahora una organización diezmada que no representa ni siquiera una amenaza y que no posee ninguna capacidad para efectuar un ataque", afirmó.
"El tema de seguridad va a ir disminuyendo como prioridad del gobierno. Las tropas que están en distintos países de Medio Oriente regresarán a los Estados Unidos. El presidente Obama verá cómo recortar los recursos contra el terrorismo y priorizará cómo parar a la economía y a las finanzas y tratará de tener un presupuesto en orden", agregó.
Desde que comenzaron las guerras en Irak y en Afganistán, el gasto público estadounidense destinado a la defensa alcanzó los 2 mil millones de dólares. Anualmente, los gobiernos federal y estatal gastan cerca de 75 millones de dólares en seguridad interna. El dinero se emplea para la creación de sofisticadas redes de radio, para mejorar los equipos de respuesta a emergencias médicas y en la instalación de paredes a prueba de bombas, entre otros.
Para muchos analistas, esas erogaciones son una de las principales razones del abultado déficit actual que enfrenta el país. Cuando Obama anunció, en junio pasado, el regreso de las tropas que se encuentran en Afganistán, además de cumplir una promesa de campaña, estaba proponiendo una manera de ahorrar millones de dólares mensuales.
Esas políticas serán apoyadas por los ciudadanos, en opinión de Rocha, ya que "no sólo creen que se ganó la lucha sino que el terrorismo es una amenaza que se desvanece del horizonte". "Los estadounidenses se están hartando de todos los controles que se hacen en nombre de la seguridad. Por ejemplo, cada vez hay menos paciencia por los operativos en los aeropuertos. Los pasajeros se rebelan y se niegan a someterse a ellos", dijo.
Consultado sobre su percepción en el momento en que las Torres Gemelas se derrumbaban, el ex embajador contó que en ese tiempo estaba a cargo de la sede diplomática en Bolivia. "Un secretario me avisó cuando la primera aeronave se estrelló y creí que se trataba de un trágico accidente. Minutos después, me informaron de que en realidad era un ataque terrorista", recordó.
"Yo, como muchos y como el propio presidente George W. Bush, creí que llegar a Bin Laden iba a ser más fácil e iba a ocurrir muy pronto. La expectativa de todos los estadounidenses era que se lo hubiese capturado o asesinado mucho antes de cuando efectivamente sucedió", confesó. Y concluyó: "De lo que sí estoy convencido es de que estamos viendo el fin de una época, el fin de la prioridad de la lucha contra el terrorismo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario