viernes, 23 de septiembre de 2011

SANABRIA CONDENADO A 14 AÑOS DE CÁRCEL

René Sanabria / ANF
MIAMI, 23 Sep. (LÍDER / ANF).- Ursula Ungaro, conocida como la “juez de hierro” de la Corte Federal del Sureste de la Florida, condenó este viernes a 14 años de cárcel y cinco de probatoria al 0ex zar de las drogas en Bolivia, general de policía retirado René Sanabria por el delito de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos.

Ungaro desatendió el pedido de 10 años de cárcel que le había planteado la joven abogada del acusado, Sabrina Puglisi, en la audiencia que duró 45 minutos y en la que también fue condenado, pero sólo a 9 años de cárcel Marcelo J. Foronda.

Sanabria y Foronda fueron apresados por la DEA en Panamá el 23 de febrero cuando gestionaban ante agentes encubiertos la importación de 144 kilos de cocaína a Estados Unidos.

Ambos se declararon culpables el 23 de junio y los fiscales aceptaron acusarlos de delitos menos graves que el de importación de cocaína para recomendar a la juez la imposición de condenas menores.

 Ungaro, de 60 años y con 20 como juez federal, sentenció a Foronda a 9 años de cárcel y tres de probatoria (en libertad, pero para presentarse a las autoridades cuando lo requieran).

 “Pido disculpas su señoria por las ofensas contra su país”, dijo Foronda y parecía contento con la sentencia. Todo transcurrió en 10 minutos.
 “Este caso (el de Sanabria) es un poco más complicado”, había dicho Ungaro cuando anunció que primero sentenciaria a Foronda.
 El fiscal Brian Dobbins sostuvo firmemente que Sanabria merecia una drástica pena y expuso sus argumentos, a los que contrapuso Puglisi con firmeza.

 Antes de escuchar la sentencia, Sanabria, que ha perdido ostensiblemente peso y parecía un hombre mayor a los 58 años que tiene, se puso de pie para pedir clemencia.
 Tenía las manos juntas como si todavía luciera las esposas con las que lo exhibio la DEA. Se mostraba abatido.

 Con la cabeza agachada empezó: “Su señoria debo asumir la responsabilidad que me toca por la ofensa que he cometido contra éste país”. Entonces se le quebró la voz.
 Con las lágrimas rodando por sus mejillas cetrinas, el otrora general de la Policia Boliviana pidió clemencia “por este error que he cometido en la última etapa de mi vida”.

 El llanto no le permitía seguir, pero alcanzó a pedirle a Ungaro que “obre con sabiduria humana, con clemencia”.
 “¡Mis hijos me necesitan!”, exclamó y se derrumbó en su asiento. Pugliese le puso un brazo alrededor y el viejo ex policía se recompuso y no levantó más la mirada.
 La juez, sin duda quedó conmovida. “Es un caso triste”, dijo, pero inmediatamente empezó a fundamentar su decisión basándose en que Bolivia es un aliado de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y que debe haber cooperación entre ambos para erradicar el mal.
Hizo consideraciónes sobre el prominente rango que ostentaba Sanabria dentro precisamente de una institucion llamada a combatir el tráfico de drogas y concluyó en que “la naturaleza del delito es grave”, y le impuso la drástica sentencia.
 Foronda y su defensor, Orlando del Campo, parecían respirar aliviados. No era ese el ánimo de Sanabria. Salió de la sala alentado por su abogada, pero el general caminaba tan lento y tan encorvado que parecía cargar el peso del mundo. No había familiares.

No hay comentarios: