Rick Perry |
Washington, 24 Sep. (LÍDER / PL).- Un nuevo debate de aspirantes republicanos a la nominación presidencial, esta vez en Florida, pone al gobernador de Texas, Rick Perry, como eventual carta para enfrentar al presidente Barack Obama en las elecciones estadounidenses de 2012.
Pese a que fueron nueve los participantes en el debate efectuado en el auditorio del Centro de Convenciones de Orlando (centro de Florida), la atención se centró entre Perry y el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney.
Los dos contendientes son los mejores situados en las encuestas respecto a las potencialidades para convertirse en el rival del actual mandatario en las venideras justas.
Ambos discreparon sobre la manera en que eliminarán los planes fiscales que instaura Obama, reducirán impuestos y darán oxígeno a la asfixiada economía estadounidense, en caso de alcanzar la silla de la Oficina Oval el próximo año.
Durante las dos horas de porfía, Romney trató también de capitalizar la preocupación entre muchos conservadores acerca de la posición de Perry respecto a la inmigración ilegal.
Lucir suave en temas migratorios en un estado como Florida, donde el 22,5 por ciento de sus 18,8 millones de habitantes son de origen hispano, podría ser una buena señal política en un país con más de 50 millones de latinos, comentó el diario The New York Times.
Por su parte, la televisora CNN dedicó espacio este viernes a divulgar detalles de este encontronazo entre candidatos y refirió que una encuesta de la Universidad de Quinnipiac reveló que Obama le ganaría a Perry en un empate numérico 44-42 en 2012.
El debate del jueves abrió tres días de eventos del partido Republicano en Florida que terminarán mañana con un "Straw Poll", un simulacro de elección primaria para probar la popularidad de los precandidatos.
La figura republicana que se enfrentará a Obama se anunciará el 27 de agosto de 2012 en la convención de Tampa Bay (Florida), tras cerrar el proceso de las primarias.
Aún Sarah Palin, exgobernadora de Alaska y candidata a la vicepresidencia en las elecciones de 2008, no ha despejado la incógnita acerca de su posible participación en la pugna por el sillón presidencial.
Los republicanos iniciaron la serie de tres debates y el primero fue el 8 de septiembre en Simi Valley, California, en medio de un escenario que les favorece: la economía no repunta, la tasa de desempleo se mantiene en 9,1 por ciento y la popularidad del jefe de Estado hace agua.
Además, ganarse a los votantes de Florida cuando faltan meses para los comicios es un paso importante y tanto uno y otro bando político lo sabe.
Florida es un feudo conservador del voto hispano y un territorio que aporta 29 de las 270 papeletas electorales que necesita un candidato para ser presidente.
Pese a que fueron nueve los participantes en el debate efectuado en el auditorio del Centro de Convenciones de Orlando (centro de Florida), la atención se centró entre Perry y el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney.
Los dos contendientes son los mejores situados en las encuestas respecto a las potencialidades para convertirse en el rival del actual mandatario en las venideras justas.
Ambos discreparon sobre la manera en que eliminarán los planes fiscales que instaura Obama, reducirán impuestos y darán oxígeno a la asfixiada economía estadounidense, en caso de alcanzar la silla de la Oficina Oval el próximo año.
Durante las dos horas de porfía, Romney trató también de capitalizar la preocupación entre muchos conservadores acerca de la posición de Perry respecto a la inmigración ilegal.
Lucir suave en temas migratorios en un estado como Florida, donde el 22,5 por ciento de sus 18,8 millones de habitantes son de origen hispano, podría ser una buena señal política en un país con más de 50 millones de latinos, comentó el diario The New York Times.
Por su parte, la televisora CNN dedicó espacio este viernes a divulgar detalles de este encontronazo entre candidatos y refirió que una encuesta de la Universidad de Quinnipiac reveló que Obama le ganaría a Perry en un empate numérico 44-42 en 2012.
El debate del jueves abrió tres días de eventos del partido Republicano en Florida que terminarán mañana con un "Straw Poll", un simulacro de elección primaria para probar la popularidad de los precandidatos.
La figura republicana que se enfrentará a Obama se anunciará el 27 de agosto de 2012 en la convención de Tampa Bay (Florida), tras cerrar el proceso de las primarias.
Aún Sarah Palin, exgobernadora de Alaska y candidata a la vicepresidencia en las elecciones de 2008, no ha despejado la incógnita acerca de su posible participación en la pugna por el sillón presidencial.
Los republicanos iniciaron la serie de tres debates y el primero fue el 8 de septiembre en Simi Valley, California, en medio de un escenario que les favorece: la economía no repunta, la tasa de desempleo se mantiene en 9,1 por ciento y la popularidad del jefe de Estado hace agua.
Además, ganarse a los votantes de Florida cuando faltan meses para los comicios es un paso importante y tanto uno y otro bando político lo sabe.
Florida es un feudo conservador del voto hispano y un territorio que aporta 29 de las 270 papeletas electorales que necesita un candidato para ser presidente.
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