La Paz, 22 Dic. (El Mundo).- El diputado oficialista del Movimiento Al Socialismo (MAS), Antonio Molina, aseguró que la rearticulación de la extrema derecha, liderada por el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas y el suspendido gobernador de Beni, Ernesto Suárez, demuestra que en Bolivia no hay persecución política.
El legislador sostuvo que "no es casual" que los opositores intenten unificarse, en alusión al viaje del Gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, a la ciudad de Trinidad para reunirse con el suspendido gobernador de Beni, Ernesto Suárez, con el objetivo de brindarle "total respaldo".
"No es para nosotros casual que dentro de un proceso político los más débiles, que son parte de la estructura de los gobiernos de derecha siempre tratarán de unificarse", remarcó.
A su juicio, la rearticulación demuestra "claramente" el ejercicio de la democracia en el país y desvirtúa una supuesta repercusión política, como señalan algunos opositores.
Molina sostuvo que los líderes de oposición "evidentemente están muy desgastados" porque en los últimos años se ha visto que el pueblo "no quiere seguir esa lógica de dominio".
"Eso está haciendo de que en estos procesos coyunturales y de algunos juicios que tienen algunas autoridades se ven totalmente debilitados y no tienen respaldo de la sociedad y del pueblo boliviano", argumentó.
El legislador consideró que los opositores no tienen en la actualidad la capacidad de convocatoria, lo que evidencia el "desgaste de esa política neoliberal".
Por su parte, el senador oficialista Fidel Surco vaticinó un nuevo fracaso en los intentos de rearticulación, por la falta de credibilidad de la población.
"La población no cree en los viejos partidos políticos y eso es claro, la población quiere ver una nueva imagen de un proceso, que haya cambios en el país", apuntó.
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