La Paz, 28 Jul. (LÍDER / Erbol).- Doce mujeres asambleístas, tanto de la oposición como del oficialismo, entre titulares y suplentes, ejercen sus funciones en los pasillos de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), debido a que no cuentan con una oficina permanente donde desarrollar su trabajo.
La asambleísta de Convergencia Nacional, Adriana Gil, aseguró que el hecho de no contar con una oficina otorgada por la ALP, les dificulta el trabajo, puesto que no cuentan con un lugar donde recibir las demandas de la población y elaborar propuestas de leyes.
Además, denunció que los gastos de material de escritorio, servicio de internet y secretarias, deben correr por cuenta propia de las asambleístas que trabajan en los pasillos, incluso están obligadas a pagar alquiler para poder contar con una infraestructura fija.
Aseguró que el reglamento de la Cámara de Diputados establece como un derecho de los asambleístas la dotación de una oficina para ejercer sus funciones, pero hasta la fecha no se cumple este mandato pese a las notas constantes que se enviaron a la presidencia de ese cuerpo legislativo.
Similar opinión vertió la asambleísta Nelly Núñez del Movimiento Al Socialismo (MAS) por la circunscripción 32 del departamento de Oruro, quien dijo que en muchas oportunidades han tenido que realizar su trabajo en las calles o en la plaza Murillo.
En contraposición, Paulina Rodríguez, asambleísta plurinominal suplente del MAS por el departamento de La Paz, manifestó que el no tener una oficina fija le permite estar más cerca con la gente de las comunidades y recoger directamente sus demandas y necesidades.
Sin embargo, todas las asambleístas entrevistadas por Erbol, coincidieron en exigir la agilización la construcción del edificio que deberá albergar a todos los legisladores, tanto suplentes como titulares.
La asambleísta de Convergencia Nacional, Adriana Gil, aseguró que el hecho de no contar con una oficina otorgada por la ALP, les dificulta el trabajo, puesto que no cuentan con un lugar donde recibir las demandas de la población y elaborar propuestas de leyes.
Además, denunció que los gastos de material de escritorio, servicio de internet y secretarias, deben correr por cuenta propia de las asambleístas que trabajan en los pasillos, incluso están obligadas a pagar alquiler para poder contar con una infraestructura fija.
Aseguró que el reglamento de la Cámara de Diputados establece como un derecho de los asambleístas la dotación de una oficina para ejercer sus funciones, pero hasta la fecha no se cumple este mandato pese a las notas constantes que se enviaron a la presidencia de ese cuerpo legislativo.
Similar opinión vertió la asambleísta Nelly Núñez del Movimiento Al Socialismo (MAS) por la circunscripción 32 del departamento de Oruro, quien dijo que en muchas oportunidades han tenido que realizar su trabajo en las calles o en la plaza Murillo.
En contraposición, Paulina Rodríguez, asambleísta plurinominal suplente del MAS por el departamento de La Paz, manifestó que el no tener una oficina fija le permite estar más cerca con la gente de las comunidades y recoger directamente sus demandas y necesidades.
Sin embargo, todas las asambleístas entrevistadas por Erbol, coincidieron en exigir la agilización la construcción del edificio que deberá albergar a todos los legisladores, tanto suplentes como titulares.
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