Ecología, 26 Jul. (LÍDER).- Una nueva investigación sugiere que un extenso desarrollo urbano, como el que, para bien o para mal, existe en muchas ciudades del mundo, altera los patrones meteorológicos de tal manera que puede facilitar que muchas sustancias contaminantes se acumulen en el aire durante el verano, sobre todo si éste es muy caluroso, en vez de ser arrastradas por el viento hacia el mar.
El estudio internacional, dirigido desde el Centro Nacional estadounidense para la Investigación Atmosférica (NCAR), incumbe a muchas ciudades de crecimiento rápido y problemas de calidad del aire, en lugares como por ejemplo Estados Unidos y otras regiones ubicadas en latitudes medias.
La razón de que el desarrollo urbano ejerza, por sí mismo, este efecto pernicioso, es que la proliferación de áreas pavimentadas puede interferir con las brisas que son necesarias para disipar el esmog y otros tipos de polución atmosférica urbana.
El equipo de investigación combinó extensas mediciones atmosféricas con simulaciones digitales, a fin de examinar el impacto del pavimento sobre los sistemas de brisas en la ciudad estadounidense de Houston.
Los autores del estudio encontraron que, debido a que el pavimento absorbe el calor y mantiene relativamente cálida durante la noche la zona donde se ubica, la diferencia entre la temperatura de la tierra y la del mar queda reducida durante el verano. Esto a su vez causa una disminución en los vientos nocturnos.
Por si fuera poco, las grandes estructuras artificiales, como por ejemplo los edificios, interfieren en los vientos locales y contribuyen a que el aire circule menos.
Si la ciudad de Houston continúa expandiéndose, ese crecimiento urbano provocará que los vientos sean aún más débiles en verano, y eso hará que la contaminación atmosférica sea mucho peor. Por desgracia, el caso de Houston es comparable al de bastantes ciudades del mundo.
Aunque, tal como matiza Fei Chen del NCAR, se necesita investigar más para entender mejor el impacto del desarrollo urbano sobre los patrones del viento, el estudio ahora presentado puede contribuir a hacer mejores pronósticos acerca de periodos de mayor acumulación de esmog sobre ciudades.
Si la ciudad de Houston continúa expandiéndose, ese crecimiento urbano provocará que los vientos sean aún más débiles en verano, y eso hará que la contaminación atmosférica sea mucho peor. Por desgracia, el caso de Houston es comparable al de bastantes ciudades del mundo.
Aunque, tal como matiza Fei Chen del NCAR, se necesita investigar más para entender mejor el impacto del desarrollo urbano sobre los patrones del viento, el estudio ahora presentado puede contribuir a hacer mejores pronósticos acerca de periodos de mayor acumulación de esmog sobre ciudades.
FUENTE: Noticiasdelaciencia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario