EE.UU. 28 Jul. (LÍDER).- El presidente Evo Morales de visita en Nueva York, ratificó este miércoles sus acusaciones al gobierno de Estados Unidos de ser conspirador, golpista en Latinoamérica y expresó su temor porque la Casa Blanca continúe con los deseos de implicarlo con el narcotráfico para desestabilizar su gobierno.
Morales ofreció una conferencia de prensa en Nueva York transmitida por el canal estatal, donde formuló esos comentarios a propósito de sus temores expresados, sobre un posible complot de EEUU para afectar su imagen internacional con posibles vinculaciones al narcotráfico y que su avión presidencial pueda ser denunciado con rastros de droga.
Dijo que es la primera vez que viaja este año a EEUU y lo hace con el temor porque meses anteriores se hizo correr el rumor de que el avión presidencial estuviera detenido con droga en ese país, posiblemente por su condición de mandatario anticapitalista y antiimperialista, tendencias que en su opinión no significan ninguna solución para el mundo.
Explicó que cuando se declaró marxista, leninista, comunista pidió que lo expulsen de la OEA como lo hicieron con Cuba y dijo que una vez superada esa etapa a partir de septiembre de 2011, fue objeto de un nuevo ataque porque lo sindicaron de BinLaden andino, y últimamente con el narcotráfico.
“Eso nos hace pensar que seguramente quieren preparar, su deseo es implicarnos; eso denunciamos y de verdad quiero decir tengo miedo al gobierno de Estados Unidos porque conozco sus operadores políticos. Siempre la DEA maneja el narcotráfico con fines geopolíticos, no luchaba sino controlaba con fines políticos; eso sabe todo el mundo”, declar{o
Luego el mandatario acotó: “Esperemos que no pase nada, yo salvo mi responsabilidad denunciando lo que quiere con Bolivia, con su gobierno, con su presidente ”, puntualizando que los mismos intentos de involucrarlo con el narcotráfico que recibió como dirigente de los cocaleros, ahora lo soporta como presidente de los bolivianos
ACUERDO MARCO NO CONSPIRATIVO
Morales ratificó su deseo de restablecer las relaciones diplomáticas con EEUU “pero no conspirativas” y dijo no arrepentirse de la expulsión de Bolivia al embajador Philip Goldberg (septiembre de 2008) porque “estaba encabezando una conspiración política, un golpe de estado”.
Relató que los opositores, después de la expulsión, se descabezaron en 2008 cuando su gobierno enfrentó el referendo revocatorio, intención de dividir Bolivia y un intento de golpe de estado que fracasó.
“Ahora donde está el embajador de EEUU siempre hay un golpe de estado, en el único país que no hay golpe de estado es Estados Unidos porque no hay embajador de EEUU, entonces nunca habrá golpe de estado ahí”, subrayó el mandatario que asiste al primer aniversario de la declaratoria de la ONU de acceso al agua como un Derecho Humano.
Sostuvo en la década del 2000, hubo un intento de golpe de estado en Venezuela, Bolivia y Ecuador que no prosperó, pero en el único donde ganó es en Honduras donde se produjo el golpe de Estado. El resultado es “pueblos de Latinoamérica 3, Estados Unidos 1”.
El jefe de Estado expresó su reparo a la propuesta en el Acuerdo Marco, que EEUU maneje el dinero de la cooperación antidroga y en tono burlesco manifestó que él también podría ayudar a Barak Obama pero a través de los opositores republicanos. Dijo que Bolivia desea manejar los fondos de cooperación antidroga, caso contrario “es una intromisión política y una falta de respeto al pueblo boliviano”.
“Eso está en debate, lo demás lo tenemos superado felizmente y nuestro pedido a la administración del presidente Obama que considere que en vez de que ellos definan quién va a manejar la plata, nos juntemos para definir quién puede manejar transparentemente los recursos económicos”, sugirió.
FUENTE. NAN
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