La Paz, 24 Oct. (NAN).- El Cardenal Julio Terrazas Sandoval en su homilía de este domingo, pidió a las autoridades, en esta Jornada Mundial de las Misiones, gobernar con humildad y evitar el camino soberbia que es perdición y muerte. Además exhortó a estar atentos al problema del narcotráfico porque destruye la conciencia humana. Terrazas señaló que esta semana se vivió muchas cosas como fueron las elecciones judiciales del pasado domingo, que más allá de los resultados contabilizados o no contabilizados, el pueblo se abrió para demostrar su libertad de conciencia y su libertad para elegir.
“En estos puntos es donde Dios nos dice: adelante, porque ustedes no han nacido para que los esclavicen, han nacido para ser libres y libre es aquella persona que es capaz de pensar por su propio valer y no porque le impongan otros”, reflexionó el cardenal al preguntar que sintieron cuando se escuchó que murió un gobierno que tuvo a su pueblo oprimido durante 42 años.
En respuesta, Terrazas dijo que lo que tenemos que sentir los cristianos es que este nuevo tiempo sea para edificar, hacer un país para todos, sea un modelo de recuperación después de tantos desastres, guerras y enfrentamientos que denigran a la persona humana y denigran a los pueblos.
Con referente al conflicto por el TIPNIS, señaló que el pueblo actuó acorde a las palabras del Antiguo Testamento que dice “hay que recibir al extranjero, hay que recibir al humilde hay que escuchar sus angustias y sus dolores porque si ustedes no los escuchan yo si los voy a escuchar porque son mis predilectos y hemos sentido esa presencia de Dios de forma pacífica, pidiendo aquello que era para bien de todos”.
Asimismo, el cardenal dijo que Dios nos encamina por el camino de la humildad pero muchos no podemos estar de acuerdo con las formas y maneras por lo que pidió a los gobernantes oír el fuerte llamado del pueblo que le dice que “la humildad siga siendo el norte y el guía de nuestro pueblo y que no se encamine hacia la soberbia que es perdición y muerte”.
Con referente al narcotráfico, que “sigue reinando en nuestra tierra y se siguen construyendo las fábricas más grandes de veneno para la gente, Dios nos dice que estemos atentos, y que pongamos también nuestro espíritu, mente y corazón para ver los medios y maneras de liberar a nuestra gente de todos estos problemas que destruyen la conciencia humana”.
Por otro lado, dijo que da pena ver a niños y niñas en las esquinas de las calles, algunos trabajando, otros pidiendo limosnas y “eso una sociedad no lo puede permitir. Pero cuando son sacados de las calles arrastrados, haciéndolos llorar, creo que eso tampoco es signo de civilización, no es un signo de recibir al que sufre y al que llora para ayudarle y no para maltratarlo. No podemos aprobar métodos que crean mentalidades de odio y rencor hacia una sociedad que no los recibe y no los quiere”.
En ese marco, pidió amar a Dios, respetar y querer al prójimo. “A lo mejor el tiempo nos falta porque nos tienen distraídos en muchísimas cosas que no tienen nada que ver con Dios pero en medio de las cosas que suceden debemos saber descubrir a ese Dios presente”, dijo.
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