La Paz, 20 Oct. (NAN).- La oposición calificó este jueves de abuso político a la Policía Boliviana, la destitución del comandante departamental de la Policía, coronel Wenceslao Zea O´phelan, por permitir el ingreso de los indígenas del TIPNIS a la Plaza Murillo y luego aceptar que los machistas reciban alimentos y frazadas para pasar la noche del miércoles en vigilia frente Palacio Quemado. El ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, a tiempo de confirmar el relevo, dijo que "el comandante departamental incumplió una instrucción del Comandante General y ese fue el motivo de su remoción" refiriéndose a temas de seguridad que no fueron precisados.
Sin embargo, en círculos políticos, la diputada Norma Piérola dijo que a las 02:00 recibió de fuente fidedigna la información de que fue destituido por autorizar el ingreso de vituallas y alimentos, contradiciendo una orden superior de restringir al máximo ingreso a la Plaza.
El ministro Chávez aclaró que no había restricción para el ingreso a la Plaza Murillo, aunque las imágenes de la televisión muestran cómo un efectivo de la UTOP, arrebata de las manos a una mujer que intentaba llegar una frazada a los marchistas
Pieróla expresó su preocupación sobre el uso de la Policía porque el Gobierno manda a reprimir cuando quiere, utiliza para fines políticos cuando lo desea y cuando no le responden toma represalias y en este caso, contra un jefe policial que asumió una actitud digna.
El diputado opositor Wilman Cardozo, manifestó que la destitución de Zea “es una grosería y soberbia absoluta” porque la Plaza Murillo y Palacio de Gobierno son utilizados permanentemente para saumerios, bailes y un montón de cosas a fin de contentar al presidente Morales.
Cardozo lamentó que en esta ocasión Palacio Quemado no sea utilizado para un acto tan importante como es recibir a los marchistas indígenas, en una actitud poco adecuada para el presidente Morales que se considera “presidente indígena”.
Zea fue reemplazado interinamente por el coronel Iván Javier Careaga en su calidad de subcomandante departamental. La nueva autoridad permitió el ingreso de alimentos aunque reforzó el control policial a los accesos para evitar que organizaciones sociales o personas opuestas a la marcha, causen problemas.
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