lunes, 22 de octubre de 2012

El vicepresidente colombiano también sufre de cáncer de próstata

Bogotá, 22 Oct. (LÍDER / EFE).- El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, anunció hoy que padece un cáncer de próstata, la misma enfermedad que este mes obligó al presidente Juan Manuel Santos a pasar por el quirófano, y puso su cargo "en manos de la Constitución y de la ley", aunque sin renunciar formalmente.


Garzón, aun no recuperado totalmente de un reciente accidente cerebrovascular sufrido en junio pasado, reveló en Bogotá que uno de sus médicos le diagnosticó "un tumor microscópico canceroso no agresivo en la próstata".

Es un tumor que "en ningún momento, sería causa de mi muerte", aclaró el vicepresidente, de 66 años.

Garzón fue hospitalizado en junio pasado por una infección urinaria y estando en el hospital sufrió una isquemia cerebral que lo mantuvo varios días en coma en la Clínica Reina Sofía, de Bogotá, donde se le operó con éxito.

Recibió el alta con una incapacidad médica que expiró el pasado 5 de octubre, dos días después de que el presidente Santos fuera operado con éxito de un cáncer de próstata que le había sido diagnosticado a finales del pasado septiembre.

Santos informó de su enfermedad dos días antes de ser llevado al quirófano, en una alocución al país en la que se cuidó de aclarar que el suyo era "un tumor pequeño, localizado en la glándula prostática y (...) de buen pronóstico, es decir, no (...) agresivo".

Un caso similar al de Garzón, quien ya había sufrido, pocos días después de asumir en agosto de 2010, una crisis cardiaca que hizo urgente su operación a corazón abierto.

A pesar de la similitud del diagnóstico, el mismo Garzón explicó que la recomendación de su médico fue la de que, en su caso, lo mejor era que se sometiera a "la eliminación de dicho tumor mediante el sistema de radioterapia".

Garzón ya inició este tratamiento, en el Hospital San Ignacio, de la Pontificia Universidad Javeriana, de Bogotá, procedimiento que, puntualizó el funcionario, "abarca 39 sesiones de radioterapia, por lo menos 5 veces a la semana".

La revelación vino a avivar las preocupaciones por la capacidad física y mental de Garzón para en caso de que fuera necesario, reemplazara temporal o definitivamente al presidente Santos, de 61 años, quien el pasado 6 de octubre salió de la Fundación Santa Fe de Bogotá (FSFB), donde se le operó, con la certeza de que estaba "totalmente curado".

Hace tres semanas el presidente del Senado, el oficialista Roy Barreras, solicitó a Garzón que permitiera que fuera examinado por una comisión médica para establecer su estado de salud.

Garzón, antiguo sindicalista, ministro, gobernador y diplomático, recibió el 4 de octubre a este comité, conformado por seis médicos, pero no accedió al reconocimiento por considerar que su realización constituía "un golpe de Estado a la democracia".

"No hay nada nuevo que hacer y decir desde la perspectiva del Congreso", dijo hoy a Efe el senador Barreras, quien defendió de nuevo que, en el caso de Garzón, el Parlamento ha actuado como lo manda la Constitución.

Ahora, apuntó Barreras, es el vicepresidente quien debe decidir qué hacer en esta coyuntura.

El legislador dijo que debe darse a Garzón la oportunidad de que tome la mejor decisión, tanto para su proceso de recuperación y para su familia, como para el país y sus instituciones.

"Que la tome sin afanes, sin premuras", continuó Barreras, quien admitió que el país no vive ahora la situación crítica de hace unas semanas, cuando estaba "ante la inédita situación de un presidente en el quirófano y un vicepresidente con incapacidad médica".

Garzón dijo en el comunicado en el que anunció hoy su enfermedad que no nació en el poder ni con la condición de vicepresidente y que tampoco pretende aferrarse a ellos ni enamorarse del cargo de segundo en el Ejecutivo.

En este sentido, escribió: "soy plenamente consciente que debo dejar en manos de la Constitución y de la ley todo lo relacionado con el presente y futuro del Vicepresidente de Colombia".

La Constitución colombiana establece en uno de sus artículos como "faltas absolutas" del cargo de vicepresidente "su muerte, su renuncia aceptada e incapacidad física permanente reconocida por el Congreso".

El reemplazo, para lo que quede del mandato, debe ser elegido por el Congreso de una terna que le presente el jefe del Estado.

No hay comentarios: