Vaticano, 26 Oct. (LÍDER / Reuters).-
La fe católica en muchos países corre el riesgo de verse "eclipsada"
por un mundo cada vez más laico y materialista, dijeron el viernes los obispos
que están reunidos para abordar estrategias sobre cómo recuperar fieles.
La alarma sonó en el mensaje
final de un sínodo de obispos de todo el mundo que se reunieron en el Vaticano
bajo el lema "Nueva Evangelización", sobre la necesidad de cesar la
hemorragia de fieles, particularmente en los países desarrollados.
"En todo el mundo sentimos
la necesidad de reanimar una fe que corre el riesgo de verse eclipsada en
contextos culturales que le impiden echar raíces en las personas y en la
sociedad", dijo el mensaje.
La Iglesia católica, que cuenta
con 1.200 millones de fieles, tendrá que trabajar en los países desarrollados
para recuperar a los "corazones y las mentes a menudo distraídos y
confusos de los hombres y mujeres de nuestros días", dijo.
La Iglesia está sufriendo
deserciones en el número de practicantes en sus antiguos bastiones en Europa,
Norteamérica y Latinoamérica debido a los escándalos de abusos sexuales, lo que
incrementa el laicismo, las fes rivales y abre la disidencia respecto a las
enseñanzas sobre la homosexualidad y la prohibición del sacerdocio femenino.
El mensaje, síntesis de las
cuestiones abordadas durante tres semanas por más de 260 obispos, dijo que
aunque el Evangelio no puede ser "un producto a colocar en el mercado de
las religiones", la Iglesia necesita encontrar nuevas formas de ponerlo
"en práctica en las circunstancias de hoy día".
También lanzó una indirecta contra
Estados Unidos y Canadá, afirmando que los países de Norteamérica han de
"reconocer las muchas expresiones de la cultura actual en los países de su
mundo que están hoy apartados del Evangelio".
ESCÁNDALOS DE ABUSOS SEXUALES
Aunque el mensaje de diez páginas
trató de ser optimista, el sínodo estuvo repleto de ejemplos de los obstáculos
a los que se enfrenta la Iglesia en su intento de reevangelizar a los pueblos
de países que fueron en el pasado su lecho de fe.
Durante el sínodo, algunos
obispos dijeron que se ha vuelto más difícil pedir a los católicos poco
entusiastas que volvieran a la Iglesia después de los escándalos de abusos
sexuales que han afectado a la institución en todo el mundo en la última
década.
"Somos creyentes (..)
Creemos en que el espíritu del Señor sigue siendo el principio de la fuente de
cualquier sanación", dijo el arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, en
rueda de prensa cuando se le preguntó por la crisis de los abusos.
"Este optimismo no es para
llevarnos a un sentimiento falso de serenidad, sino para llevarnos realmente a
encontrar formas de abordar esos momentos realmente escandalosos y dolorosos en
la Iglesia", dijo Tagle, que es uno de los seis prelados que será
designado cardenal el próximo mes.
Los abusos sexuales han sido uno
de los principales desafíos a los que se ha enfrentado la Iglesia católica,
minando su estatus de árbitro moral y forzándola a pagar centenares de millones
de dólares en compensaciones en todo el mundo.
El sínodo anunciará el sábado sus
propuestas específicas para afrontar la caída en el número de fieles. El
Pontífice las usará luego para escribir su propia conclusión.
El sínodo concluye el domingo
cuando el Papa celebre misa con los obispos en la plaza de San Pedro.
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