La Paz, 25 Oct. (LÍDER / Enlared).-
Pese a que el miedo impera entre los posibles testigos que brinden pistas sobre
el crimen contra la concejala de Ancoraimes, Juana Quispe, cuyo cadáver
apareció hace seis meses, botado al borde de un río, la fiscal del distrito
Betty Yañiquez garantizó este miércoles el esclarecimiento del hecho que ha
dado un paso más con la imputación de dos ex concejales: Pastor Cutili y
Bacilia Ramos.
Sin embargo, los reclamos de
familiares, colegas, amigos y de las propias autoridades originarias de ese
municipio se dejaron oír en el despacho de la propia Fiscal, porque pese a las
amenazas, agresiones y maltrato que recibió la concejala y que denunció en
varias instancias, no hay nadie encarcelado, pero sí muchos sospechosos.
Yañiquez recibió a los miembros
del municipio de Ancoraimes, además de las representantes de la Asociación de
Concejalas de Bolivia (Acobol), de la Asociación de Municipios de La Paz y del
Centro para el Desarrollo de la Mujer (Cidem), y garantizó que pese a las
dificultades se extremarán esfuerzos en el esclarecimiento de este hecho.
“Era una mujer genuina”, expresó
la Fiscal Yañiquez quien dijo recordar que la Concejala estuvo en su despacho
unas seis veces expresando su preocupación por el maltrato contra su persona
que se inició muy poco después de su posesión, en mayo del 2010, impidiendo su
ingreso al concejo para ejercer sus funciones.
Son desgarradores los testimonios
de la concejala que llevó su reclamo entre lágrimas a varios eventos y cuya
grabación sirve ahora como prueba en el proceso de investigación. La Concejala
estaba dispuesta a dar su vida por cambiar la cotidianidad de concejos
municipales como el de Ancoraimes, en el que su condición de mujer inquieta e
inteligente, le valió la rivalidad de otras mujeres que no se atreven a
cuestionar el por qué de las agresiones de los hombres hacia sus colegas
mujeres, e incluso se dejan manipular para ser ellas las cómplices de los
delitos de acoso y violencia política.
“Como mujeres en todo lado somos
discriminadas. Ahorita como estarán pasando ustedes”, decía la concejala el 7
de junio del 2011 y aseguraba que ella no renunciaría a su cargo para dejar un
precedente y evitar que esos abusos se vuelvan a cometer contra las mujeres.
Cuando Juana Quispe fue impedida
de ingresar al Concejo Municipal no se desanimó y acudió a un Amparo
Constitucional que, en septiembre del 2010 la favoreció, y al cual el alcalde
no quiso obedecer, motivo por el cual fue encarcelado, pero muy poco tiempo
después liberado.
Las instituciones que acompañaron
a los familiares de Quispe lograron sellar hoy una vez más, el compromiso de
insistir en el caso hasta lograr su total esclarecimiento, aunque las amenazas
anónimas, y los rumores en el municipio de Ancoraimes expresan que la justicia
esta vez está frente a una muralla de poder muy grande.
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