Bolivia, 22 Oct. (LÍDER / VOA).- Estados
Unidos estaría dispuesto a introducir cambios en el Tratado de Extradición que
tiene firmado con Bolivia, reveló el encargado de Negocios estadounidense en La
Paz, Larry Memmott.
La versión difundida por el diario estatal, precisa, que si las dos partes
están de acuerdo sobre las revisiones que se pueden hacer al tratado, vigente
desde 1995, los dos gobiernos se podrían sentar a conversar.
"Como siempre, estamos dispuestos a sentarnos y a buscar acuerdos", afirmó el funcionario que es el máximo representante estadounidense en Bolivia.
Washington y La Paz no tienen relaciones a nivel de embajadores debido a que en 2008 el presidente Evo Morales expulsó al embajador Philip Goldberg.
El Gobierno de Evo Mortales dijo que pediría la revisión del tratado después de que Washington le informara el mes pasado que rechaza su solicitud de extraditar al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada para que sea juzgado en Bolivia por su presunta responsabilidad en la muerte de más de 60 personas por la represión a protestas sociales en 2003.
Sánchez de Lozada renunció el 17 de octubre de ese año a su segunda presidencia, tras catorce meses en el poder, y huyó a EE.UU. denunciando que fue víctima de una conspiración para derrocarlo.
Este es "un tema legal y no político, que debe ser manejado en los canales legales apropiados de ambos países. El Departamento de Estado ha entendido la importancia que este asunto tiene para el pueblo y el gobierno boliviano y de manera sincera ha expresado su profundo sentimiento de dolor solidario con quienes han sufrido ese triste episodio de la historia reciente de Bolivia", acotó Memmott.
"Como siempre, estamos dispuestos a sentarnos y a buscar acuerdos", afirmó el funcionario que es el máximo representante estadounidense en Bolivia.
Washington y La Paz no tienen relaciones a nivel de embajadores debido a que en 2008 el presidente Evo Morales expulsó al embajador Philip Goldberg.
El Gobierno de Evo Mortales dijo que pediría la revisión del tratado después de que Washington le informara el mes pasado que rechaza su solicitud de extraditar al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada para que sea juzgado en Bolivia por su presunta responsabilidad en la muerte de más de 60 personas por la represión a protestas sociales en 2003.
Sánchez de Lozada renunció el 17 de octubre de ese año a su segunda presidencia, tras catorce meses en el poder, y huyó a EE.UU. denunciando que fue víctima de una conspiración para derrocarlo.
Este es "un tema legal y no político, que debe ser manejado en los canales legales apropiados de ambos países. El Departamento de Estado ha entendido la importancia que este asunto tiene para el pueblo y el gobierno boliviano y de manera sincera ha expresado su profundo sentimiento de dolor solidario con quienes han sufrido ese triste episodio de la historia reciente de Bolivia", acotó Memmott.
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