Quito, 13 Oct. (LÍDER / PL).- El gobierno ecuatoriano, a través de la Secretaría Nacional de Riesgos, invirtió más de 100 millones de dólares desde el 2010 hasta septiembre pasado en la ejecución de 201 obras para mitigar el impacto de eventos de origen natural.
María del Pilar Cornejo, titular de esa entidad del Estado, resaltó que en este período fueron atendidas, desde la Subsecretaría de Respuesta, más de 200 mil personas en 663 emergencias naturales ocurridas en todo el país.
Resaltó la elaboración de mapas de amenazas y zonas de seguridad ante eventuales movimientos de tierra e inundaciones en 226 cantones (municipios) del país, y la preparación en gestión de riesgos de 40 escuelas de las provincias Guayas, Los Ríos y Azuay.
En cuanto a proyectos especiales, la ministra Cornejo explicó en su rendición de cuentas que el Sistema de Alerta Temprana (SAT) permitió la ayuda de 92 mil familias a un costo de 869 mil dólares.
Destacó el Proyecto de Comando y Control para Seguridad Nacional, mediante la utilización de un número telefónico único de emergencia, el 911, y del Sistema Integrado de Seguridad, cuya central funcionará en la ciudad de Guayaquil.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos fue creada en septiembre de 2009, en reemplazo de la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos y la ex Dirección Nacional de Defensa Civil.
Con la aprobación de la nueva Constitución, en septiembre de 2008, esta entidad asumió la rectoría del Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgos, que van desde terremotos, maremotos y erupciones volcánicas, hasta sequías, inundaciones y deslaves.
Ecuador está situado en una zona de alto riesgo sísmico. Al localizarse en el lado occidental del continente está en la zona activa de la placa de Nazca, donde se generan grandes terremotos por hundimiento de una placa tectónica bajo otra.
Otra forma de movimientos sísmicos está relacionada con la deformación en la corteza terrestre. En los Andes las fallas relacionadas con ese mecanismo responden a que la corteza es frágil y cuando se rompe puede estar debajo de zonas pobladas.
Para Hugo Yépez, director del Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional, se empieza a ver un sistema que intenta preparar mejor desde el ámbito local a la población, pero tiene el reto de trabajar en la percepción de los riesgos y disminución de las vulnerabilidades.
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