martes, 13 de diciembre de 2011

LA OBESIDAD ESTÁ PRESENTE EN LA NIÑEZ BOLIVIANA

La Paz, 13 de Dic. (LÍDER). De acuerdo con el Programa de En­fermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Deportes, en Bolivia la cuarta parte de la pobla­ción infantil tiene obesidad en algún grado, siendo el sedentarismo y la exposi­ción a la comida chatarra que se venden en el co­legio, las causas más fre­cuentes de este problema.

Según una inves­tigación realizada en la Universidad de Illinois, los niños que hacen ejercicio obtienen mejores calificaciones en los exámenes que aque­llos que son sedenta­rios y además tienen mayor facilidad en mantener la atención y la memoria para coordinar sus accio­nes y sus pensamien­tos.
El ejercicio ayuda a los niños a combatir la obesidad infantil e inclusi­ve a tener un mejor desa­rrollo durante la etapa de crecimiento.
Por ello recomiendan fomentar la actividad de­portiva y la actividad físi­ca durante la infancia.
Por otro lado, un es­tudio presentado por la Agencia Española de Se­guridad Alimentaria y de Nutrición (AESAN), encontró que los niños con sobrepeso tienen una tendencia a presentar di­ficultades en el desarrollo psicológico, así como sín­tomas de ansiedad y de depresión.
Por otro lado, es impor­tante medir el índice de masa corporal (ICM) para determinar los problemas que podría tener un niño con sobrepeso u obesidad en el futuro. El ICM se de­fine como el resultado de la división del peso en ki­los por la estatura en me­tros al cuadrado, permite determinar si el peso de un niño es sano. Los niños que tienen un IMC muy alto podrían correr más riesgo de presentar pro­blemas de salud, como por ejemplo trastornos cardio­vasculares y diabetes.
En general, se consi­dera que el niño tiene un peso sano cuando su IMC se ubica entre el percentil 5 y el 85. Los niños cuyo peso no alcanza el percen­til 5 se consideran bajos de peso, mientras que aque­llos cuyo peso se encuen­tra entre el percentil 85 y el 95 se tratan como gordos y los que se ubican por encima del percentil 95 se toman como obesos.
En este sentido, resulta importante fomentar la ac­tividad física y llevar una alimentación sana desde edades muy tempranas si­guiendo estos consejos:
1. Observación y pa­ciencia. Dar un tiempo al niño o a la niña para que descubra lo que realmente le gusta. No todos se sien­ten cómodos con los de­portes tradicionales, como el baloncesto o el fútbol. Algunos prefieren nadar, bailar o andar en bicicleta. Observa a tus hijos y trata de definir cuál es la activi­dad que más les agrada y ten paciencia. Para descu­brirlo puede ser necesario que cambien una y otra vez de actividad, hasta que encuentren la que va con su personalidad.
2. Únete al juego. Los adultos estamos acostum­brados a tomar el ejercicio casi como un trabajo, pero no tiene porque ser así. Una de las claves para ser constantes es divertirse. Así como buscas el placer de tus niños, date tú tam­bién la oportunidad de pasarla bien y juega con ellos o comparte activida­des. Caminar juntos hasta el colegio, por ejemplo, no sólo los mantiene en mo­vimiento, sino que tam­bién les da la posibilidad de conversar y acercarse el uno al otro. Lo mismo si aprovechas un rato cada fin de semana o en tus días libres para ir a jugar al parque.
3. Incluye a sus ami­gos. A veces no basta con que tú te unas a la activi­dad. Invita a sus amigos y déjalos que se diviertan haciendo lo que más les gusta a ellos.
4. Establece una ru­tina. Los niños necesitan estructura y orden. Si pro­gramas días y horarios para sus actividades pue­de resultarles más fácil realizarlas.
5. Enséñales con el ejemplo. Así como juegas con ellos y les exiges que tengan su rutina de ejer­cicios, no te olvides hacer ejercicio tú y de mantener un estilo de vida sano tam­bién.
6. Limita las horas frente a cualquier pan­talla. Si sumas el tiempo frente a la televisión, a las computadoras y a los vide­ojuegos es posible que te sorprendas. Es cierto que los niños ahora también pueden usar la computa­dora para hacer las tareas del colegio y para estu­diar, además de que para ellos es un medio más de contacto con sus amigos. Prohibirla por completo tampoco es bueno, pero ayúdalos a tener un uso responsable y seguro del Internet y de las redes so­ciales, lo que incluye tam­bién limitar el tiempo que se usan.
Por último, recuerda que el ejercicio nunca se debe tomar como algo for­zoso ni aburrido, por el contrario, enséñales que la actividad física y las ac­tividades al aire libre son divertidas y pueden ser hasta un premio.

FUENTE: MSD

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