La Paz, 5 Oct. (LÍDER / ABI).- La Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia emitió un pronunciamiento en el que se declara en estado de emergencia en defensa del proceso de cambio y ratifica su disconformidad con algunos de los puntos de la plataforma de la marcha indígena, que se opone a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos y plantea la suspensión de otros proyectos carreteros y la exploración y explotación petrolera en varias regiones del país."Todos los sindicatos y trabajadores petroleros de nuestro país, afiliados orgánicamente a la federación, nos declaramos en estado de emergencia nacional y de persistir los intentos de sabotaje y traición al proceso de cambio, nos reservamos el derecho de paralizar las actividades petroleras en todo el territorio nacional", remarca una resolución leída por el dirigente José Domingo Vásquez.
El documento argumenta que los trabajadores petroleros se constituyen en "soldados del proceso revolucionario" y asegura que defenderán que los recursos hidrocarburíferos lleguen al pueblo y "no a unos cuantos oportunistas, como ocurrió en los gobiernos neoliberales".
En esa dirección, los petroleros repudiaron "la actitud oportunista de algunos resentidos y políticos fracasados, que se camuflan en los últimos conflictos, buscando un protagonismo, para desestabilizar un proceso democrático y de transformación que vive el pueblo boliviano".
El dirigente petrolero destacó que la Constitución Política del Estado, en sus artículos 349 y 359, señala que los recursos naturales son de propiedad y dominio directo del pueblo boliviano y corresponderá su administración al Estado, en función del interés colectivo.
Por otra parte, dijo que los trabajadores petroleros rechazan los hechos violencia policial en contra de los indígenas del TIPNIS.
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